Lo que debería ser un ambiente que se utilice para brindar seguridad a los vecinos de San Juan, se ha convertido en un ‘elefante blanco’ que no solo está descuidado sino también abandonado y sirve como letrina pública. 

En la plaza Anita Cabrera la caseta de seguridad aun no es puesta en funcionamiento y su interior es ocupado por personas del mal vivir que prácticamente lo utilizan como vivienda. Luce con las ventanas rotas, el techo se cae a pedazos y a simple vista el sistema eléctrico está inservible. 

Pero esto no es lo único que da mal aspecto a este recinto, metros más allá encontramos que una cabina de teléfono público poco a poco está siendo desmantelada. Nos preguntamos si la empresa de telefonía o nuestras autoridades no pueden hacer algo para cambiar esta realidad.