Ante la poca afluencia de clientes, comerciantes del mercado Nanay instalaron sus puestos en el ingreso del puerto Bellavista Nanay, cerca al río pese a que se les ubicó en los módulos temporales.
“La gente pasa y compra acá. Allá (módulos) no entra”, dijo una comerciante dedicada a la venta de pescado.
Según relató la mujer, la gente del campo opta por quedarse en el balneario convirtiéndolo en un centro de abastos, que atrae la atención de los usuarios.