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En La Libertad:
Un nuevo hallazgo arqueológico sorprendió al equipo de investigadores que desde hace ocho años estudia los vestigios de la civilización Chimú en el distrito liberteño de Huanchaco. Se trata de 132 restos de niños y 260 llamas jóvenes que fueron encontrados en Pampa La Cruz, una zona recientemente excavada que se ubica en la entrada del balneario trujillano.
Este descubrimiento se suma al hallazgo de los restos de 137 niños y 206 llamas jóvenes en la zona de Huanchaquito-Las Llamas (a 1,5 kilómetros de Pampa La Cruz), que fue presentado en abril del 2018 y es considerado, hasta la fecha, como el sacrificio masivo de niños más grande de América, “y probablemente de la historia mundial”, según la “National Geographic”.
“En este caso se trata de cuatro eventos de sacrificios, que van desde el año 1200 a 1520; es decir, uno cada 100 años, que se realizaron durante todo el apogeo de la civilización Chimú. Esto nos demuestra que incluso con la conquista inca, los chimúes continuaron con sacrificios humanos”, precisa a El Comercio el arqueólogo peruano Gabriel Prieto, quien desde el 2011 lidera el equipo de investigación que en los últimos años recibió el financiamiento de National Geographic Society.
Algo que sorprendió a los investigadores, en este nuevo hallazgo, es la presencia de textiles con representaciones de deidades y ornamentas en buen estado de conservación.
“Lo extraordinario es que hemos encontrado un conjunto de 10 tumbas y aparentemente de niños de la élite Chimú porque fueron enterrados con artefactos y vestidos pintados. Incluso hemos encontrado semillas de ishpingo y tocados con plumas de aves exóticas de la selva en excelente estado de conservación”, detalla Prieto.
Para los especialistas, la presencia de semillas y plumas de aves del oriente peruano son muestra de la relación, aparentemente un comercio muy activo, entre las sociedades costeñas y selváticas.
El antropólogo John Verano de la Universidad de Tulane, parte del equipo investigador y especialista en sacrificios humanos, precisa que no hay evidencias científicas de sacrificios de niños de esta magnitud en otras civilizaciones, incluso ni en imperios como el inca, maya o azteca.
“En todo el mundo hay evidencia de sacrificios, pero en números no se comparan con los realizados por los chimúes. En este caso los estudios han determinado que los niños, cuyas edades van entre los 5 y 14 años, estaban en buen estado de salud, lo que nos indica con certeza que se trataba de un sacrificio de gran valor”, afirma.
Verano agrega que los indicios apuntan a la presencia de más vestigios de la cultura Chimú en esta zona de Huanchaco. “Este es un ejemplo de cómo la arqueología no deja de sorprendernos. Lo más probable, estoy seguro de eso, es que encontremos más restos arqueológicos, especialmente en Pampa La Cruz”, indica el antropólogo.
—El sueño de un museo—
Gabriel Prieto, también docente de la Universidad de Trujillo, cuenta que sostener este proyecto de investigación fue todo un reto, pues tanto él como miembros de su equipo debieron tocar puertas de instituciones públicas y privadas y postularon a becas de financiamiento para continuar con los estudios desde el 2011 hasta la fecha.
“La investigación continúa y este 2019 será financiada con una beca del Concytec [Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica]. Nos encantaría contar con un fondo fijo por parte del Gobierno, pero aun así nos sentimos muy orgullosos de haber logrado estos resultados tras postular y ganar becas muy competitivas”, comenta.
Sin embargo, el sueño de Prieto y del equipo que lo acompaña es contar con un museo y centro de investigación en el balneario de Huanchaco. Para ello la municipalidad distrital cedió un terreno de 2.800 m2 ubicado en la entrada del distrito.
“Con los hallazgo del año pasado, la ministra de Cultura [Patricia Balbuena] vino a Huanchaco y manifestó su predisposición de construir este museo, pero hasta donde sabemos el proyecto no avanzó”, cuenta el arqueólogo.
“Estos descubrimientos nos siguen dando más luz de la cultura Chimú y promoverán más el interés. Tenemos áreas no excavadas que se encuentran muy cerca. No sabemos dónde va a terminar”, agrega Verano.
La arqueóloga Ari Caramanica, profesora en la Universidad de Harvard, dijo a El Comercio que este tipo de vestigios «es un descubrimiento único y uno de los más grandes en el mundo». Aunque las investigaciones sobre las causas del entierro masivo continuarán, «era un momento y una acción que demuestra un cierto valor ritual. Hay que precisar la relación entre este rito y los procesos sociopolíticos», agregó.
-¿A qué puede dar paso este descubrimiento?-
La arqueóloga Caramanica y el arqueólogo peruano Walter Alva coinciden en que los restos hallados en este entierro masivo pueden dar paso a nuevos estudios sobre características de la población Chimú.
«Este evento es una muestra muy rica de población, se pueden investigar temas de genética, dieta en base a análisis de los huesos, investigar temas rituales, de clase económica. Es un muestreo único y demuestra la riqueza de la arqueología peruana», comenta Caramanica.
Por su parte, Walter Alva sostiene que el hallazgo es importante porque «permitirá estudiar la alimentación, costumbres de esta población. Va aportar datos importantes sobre las costumbres religiosas que se conservan y también indagar sobre la salud de la población Chimú. Podemos conocer de las dietas, enfermedades».
Una arista diferente a las investigaciones sobre el funcionamiento administrativo de la civilización Chimú podrá ser posible con estos hallazgos. «La arqueología e investigaciones Chimú fueron concentradas en gran lugar sobre contextos y arquitectura de élite, administrativa. Con contextos así, tenemos otro lado del Estado Chimú: cuales son las actividades específicas, las comunidades, la burocracia, los líderes», dijo Caramanica.
«Tradicionalmente, las investigaciones Chimú han sido sobre cómo funcionaba el Estado. Chan Chan es un icono del estado prehispánico. Hay otras investigaciones muy importantes sobre los Chimú, pero siempre enfocadas a cómo funcionan estos sitios y otros tipos de contexto del aparato del Estado. Este contexto es detallado y único, y da más resolución a qué y cómo funciona la cultura», explicó la docente de la Universidad de Harvard.
Por ejemplo, el que se hayan encontrado entre los vestigios semillas y ornamentos con plumas de aves exóticas del oriente peruano muestra el intercambio que hubo entre las civilizaciones prehispánicas. «Cuando pensamos en cultura prehispánica tenemos el prejuicio de pensar que son ‘islas’, pero la ‘globalización’ de culturas antiguas también ocurrió», añadió.
Finalmente, para el arqueólogo Walter Alva «todas las culturas del norte estamos frente a los inicios de una arqueología hecha por peruanos, investigaciones serias y con el apoyo de entidades privadas y estatales. Es parte de una consolidación muy importante».
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