Una realidad, Un dolor, Una Esperanza
Escrita por Gianncarlo Scavino
Este último fin de semana, Iquitos después de tener entre 30 a 35 muertes diarias, pasamos a tener entre 5 a 10 muertes diarias en los últimos 2 días (fin de semana). También lo corrobora el Decano del Colegio Médico en Loreto Dr Runciman, y las razones son muchas, y no es precisamente resultado de un sólo componente, es la consecuencia de un comportamiento natural de la sociedad, de las familias, específicamente del ser humano.
Sobre lo que esta pasando podemos hechar la culpa a quien sea, a la inacción de un gobierno local, regional, central, a la falta de previsión con gestiones que heredaron caos a la población, con autoridades que ya ni sus nombres nos acordamos por que NUNCA aparecen en la crisis, y de otros que hasta el nombre de sus mamás y abuelitas nos hicieron saber, ya entenderán Uds por qué, en fin, podemos culpar a Vizcarra, culpar a Zamora, culpar a la falta de visión del estado peruano con gobiernos anteriores que nunca hicieron nada por la salud pública, en materia de infraestructura y equipamiento, entre otros aspectos, podemos culpar a las personas, a esas mismas personas que hoy ya reconocieron el valor de la vida, o mejor dicho, el ver a la muerte tan cerca como nunca antes.
Son muchas las formas que transitaron en estos más de dos meses de catástrofe y tragedias y las razones que nos llevaron a ese hueco inmenso son las mismas que siempre han sido nuestro temor: Las personas.
La indiferencia humana ha sido más letal que el propio virus y esa es una dura realidad, una indiferencia involuntaria y otra indiferencia que linda con el interés y la angurria. Precisamente ese mismo problema busca una solución, por ello, me atreví a escribir esta reflexión, para tratar de actuar en lo que esta bien y evitar lo que nos hizo daño, recogiendo los postulados del Decano de Colegio Médico de Loreto, la razón de los reportes de menos muertes en Iquitos, más no necesariamente, menos contagiados en Loreto, se debe, primero a eso que senteciabamos al principio de este texto, la Real situación con la que se enfrenta el ser humano, la muerte, esa consciencia te aísla, te obliga a sobre protegerte a ti y a tus seres amados, por ejemplo ya tomas tu té caliente tres veces al día con jengibre, limón, ajos, eucalipto, cebolla y miel de abeja, tomarte tu aspirina, abrigarse cuando llueve, hacer ejercicios, lavarte las manos, aplicar aislamiento, desinfectar todo y a todos, entre otras acciones preventivas que el ser humano en ese temor latente las hace, las aplica sin reparo; otro motivo de la disminución de muertes en Iquitos puede ser el mayor conocimiento de la enfermedad, entre datos e informaciones oficiales del sector salud que implementan a través de protocolos en base a las diferentes sintomatologías y estudios estadísticos de tratamientos de la enfermedad que se van realizando sobre la marcha de la pandemia, van filtrandose formas de tratamientos preventivos, y otros abordajes de medicación en fases críticas en el caso de los médicos, y en el caso de los pacientes, esa información sumado a lo importante que requiere el valor a la vida ha ido sumando positivas acciones para la sociedad.
Los otros factores predominantes son aquellos que en conjunto con las autoridades, las instituciones competentes y la propia población va acatando, así por ejemplo, el cierre de los mercados, y la temporalización de operaciones de los mismos, la conciencia social del aislamiento e incluso la correcta aplicación de la distancia y barrera social.
Finalmente la aparición de mayor y mejor asistencia de respiradores artificiales, a través de los tanques de oxígeno, hace 30 días se requerían entre 1000 a 1500 balones de oxigeno diario, y la oferta solo era del 5%, la vida era un milagro, hace 15 días se requería diariamente entre 3000 a 3500, la oferta entre publica y privada no llegaba ni al 20%. Hoy esa demanda no solo se cubre al 80%, sino que ha ido bajando debido a lo ya mencionado de manera gradual y por fases. Por supuesto con la aparición de más plantas de oxígenos, tanto del sector privado, de la iglesia y del gobierno.
Como podemos darnos cuenta, si la culpa la tuvo el gobierno central, el regional o la misma gente, es un tema que sirve de reflexión, pero sobretodo para no volver a cometer el mismo error, con ello no avisoro una nueva pandemia, sino la secuencia de una seria de acciones que en la sucesión de casos requiere una actuación en conjunto, digna de adelantos y previsiones, de trabajo en conjunto y de absoluta consciencia social, aquella que debe convertir a la mínima expresión, sino anular la indiferencia humana.