La Comisión de Transportes y Comunicaciones del Congreso realizó una sesión descentralizada en Cusco donde el viceministro de Transportes, Ismael Sutta, intentó calmar los ánimos respecto a la demanda por la conclusión del aeropuerto internacional de Chinchero. El funcionario del gobierno de Dina Boluarte presentó un nuevo cronograma para la conclusión del megaproyecto. Pero las promesas no lograron despegar. ‘Nos siguen aplazando’, advirtieron desde el Gobierno Regional de Cusco.

Edward Álvarez, gerente general del Gobierno Regional del Cusco, respondió con claridad. Mostró un profundo escepticismo ante las nuevas fechas presentadas. “Creo que el pueblo de Cusco es testigo que nos siguen aplazando, ¿no? Ellos dicen que es prioridad, pero nosotros nos damos cuenta de que no es una prioridad”, expresó. Según Álvarez, la construcción del centro de control del terminal aéreo aún no se paquetiza. Apenas han anunciado que están elaborando los estudios para lanzar esa etapa crítica de la obra. En tono directo, recordó que esta no es la primera vez que prometen lo mismo. “Ya es la tercera o cuarta vez que nos dicen que se va a concluir”, afirmó. La nueva promesa es para diciembre de 2026. Una fecha que, según Álvarez, ni siquiera cumpliría el actual gobierno de Dina Boluarte.

El aeropuerto que sigue sin despegar

Actualmente, solo hay un 32% de avance en la obra, según informó el mismo viceministro. Y ese avance solo cubre el cerco perimétrico y un terminal de pasajeros. Pero no dijo nada concreto aún sobre la construcción de la pista de aterrizaje o el centro de control. Tampoco existe un acceso vial definido. Solo anunció que están redactando el expediente técnico para ello. En ese sentido, Álvarez subrayó que el aeropuerto internacional de Chinchero necesita plazos reales y medibles. Propuso cronogramas serios como los usados en la Vía Expresa o en el Hospital Antonio Lorena. Cronogramas que puedan revisarse mensualmente o por trimestres. “Yo prefiero que nos digan la verdad”, insistió. “Que no jueguen al populismo ni a forzar fechas”. La frustración no solo viene del Gobierno Regional. Marleny Portero, congresista y presidenta de la Comisión de Transportes, también mostró dudas. Se sumó al sentir de la población cusqueña. “El desazón es muy grande que hasta ahora todavía no se ha perdido, a veces ya no creen en las cosas porque como dicen ‘papelito manda’”, expresó. La promesa de reiniciar los estudios y lanzar nuevas fases “justo ahora”, con la visita congresal, dejó un sabor amargo. Para Álvarez, el patrón ya se repite demasiado. “Estamos hablando de un cerco perimétrico y un terminal de pasajeros. No hay pista, no hay centro de control. Faltan muchas cosas”. Desde 2021, el consorcio avanza lentamente. Y cuando aparece la presión política, reaparecen las promesas y los cronogramas reciclados. Este martes, una visita ‘in situ’ mostrará el verdadero avance. Estarán presentes autoridades locales y comunales. Verán lo mismo que ya existe: un muro y una estructura básica. “Esperamos que el equipo sea sincero”, dijo el gerente. “Y que presente un cronograma técnico real. No uno para salir del paso”. Los cusqueños, según Álvarez, ya no se tragan excusas. Exigen compromisos con plazos firmes. La paciencia regional ya llegó al límite. La megaobra prometida como motor económico del sur sigue en pista… pero aun sin despegar.

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