La vida según Twitter
Escribo esta columna para prensa escrita, amoldándome a las reglas de extensión del Twitter, informando, reflexionando y enlazando.
La vida según Twitter consta de 140 o menos caracteres. La extensión de un mensaje de texto enviado a través de teléfonos celulares.
¿Qué es el Twitter? empiezan a preguntarse un mayor número de personas, con mayor insistencia. Los analistas se centran en ella, preocupados.
Algunos comunicadores, que tienen amplias audiencias pero no les interesa la globalización, incluso abominan de herramientas como ella.
«¿Cómo puedes abarcar tanta información sobre el mundo en un SMS? ¿No es atentar contra la libertad y la pertinencia del texto?», me dicen.
Twitter es herramienta 2.0. Es medio de comunicación. Microblog. También red social y un vehículo de integración. Pero es aún más.
Twitter está arrasando audiencias y se ha convertido en una moda, masiva, asfixiante, por momentos incontrolable, anárquica, virulenta.
«Cuéntale al mundo lo que estás haciendo», sería la máxima de su misión. Yo le agregaría «cuéntale al mundo lo que a ti te interesa que conozcan».
Twitter se ha convertido en la alternativa más rápida para informarse, en tiempo real, de lo que sucede en todo el mundo sin salir de casa.
En varias ocasiones, Twitter le ha ganado a los medios tradicionales la primicia de las noticias, dando pie a réplicas inmediatas y masivas.
Si no fuera por Twitter, no nos hubiéramos enterado en el instante del deceso de Michael Jackson o el epicentro del sismo en Bagua de anteayer.
Por Twitter hemos seguido paso a paso las elecciones presidenciales en USA o se han realizado campañas ciudadanas como el #Lentopolitano.
El Twitter es un medio inmediato, amigable y gratuito para que los ciudadanos informen y opinen. Pero también para que interactúen.
A través de Twitter, los ciudadanos comparten sus preocupaciones, sus dilemas vecinales, sus actividades diarias y sus frivolidades.
Pero el Twitter tampoco es el paraíso. A veces también es paraíso de la intrascendencia, los ataques anónimos y los contenidos intolerantes.
A través de Twitter se expresan las patologías, los odios, las rencillas y el fanatismo infecto y no es fácil separar lo valioso de la basura.
Si fuera por el Twitter, el gran Gustavo Cerati y Luis Miguel ya hubieran muerto y vuelto a resucitar por lo menos 40 veces esta semana.
Pero también a través del Twitter se pueden emprender campañas educativas como #juevesdelibros, recomendando libros y lecturas preferidas.
La semana pasada, 15 usuarios iquiteños del Twitter transmitieron en tiempo real incidencias del paro de 48 horas desde sus cuentas.
Los tuiteros usaron herramientas para contar detalles en calles, plazas, marchas. Levantaron fotos y calcularon movimientos, en tiempo real.
La información de aquellos usuarios, todos jóvenes y familiarizados con el uso de internet, se condensó en un post en el blog Diario de IQT.
La información brindada partía del deseo pero también de la necesidad de contar con datos actualizados que no daban los medios usuales.
A través de Twitter se puede percibir exactamente cómo jóvenes iquiteños se preocupan por la cultura, la ecología, la política o la UNAP.
A través de Twitter se pueden comunicar eventos y talleres con rapidez, con prontitud y con éxito.
A través de Twitter un político como Barack Obama comunica sus actividades o un cineasta como David Lynch sus proyectos fílmicos.
A través de Twitter cualquiera de nosotros podría compartir fotos, música, videos o documentos sin costo a través de una red de seguidores.
Los más importantes medios de comunicación mundiales están en Twitter y actualizan cada minuto sus contenidos. En Iquitos, casi ninguno.
Más información de Loreto para el mundo lanza la directora de una biblioteca, una profesora de Kinder o un diseñador que los medios usuales.
Evidentemente, en todos lados se cuecen habas. Todo depende de usar una herramienta adecuadamente. Hay que generar confianza y seriedad.
Aprovechar una herramienta masiva que puede disparar tus contenidos en forma geométrica es un deber de periodistas y difusores loretanos.
Como todo en la vida, Twitter puede ser usado correcta o malignamente. Separar la paja del trigo es imperativo, así como constancia.
Las nuevas tecnologías de la información y las herramientas 2.0 no son malas. Pueden ayudar y contribuir, para enseñar, aprender, promocionar.
Medios como Twitter pueden ayudarnos a darnos cuenta que vivimos en comunidad y globalizados. Que no estamos solos en el mundo.
El resto, es cómo estés preparado para vivir o como quieras vivir la vida: si desde el remoto pasado, o mirando el futuro con familiaridad.