Desmenuzando el mensaje presidencial

Durante un Mensaje a la Nación que duró una hora con cuarenta y cinco minutos, el presidente Alan García brindó ante el Congreso su último balance de gestión por Fiestas Patrias. En medio de un ambiente enrarecido por la constante presencia de puyazos verbales entre las bancadas aprista y nacionalista, y por un lenguaje presidencial empecinado por momentos en enervar la polarización y por otros en dedicarse a hacer un minucioso (y soporífero) recuento de obras menudas,  García señaló algunos temas resaltantes como la cancelación de la licencia a la minera Doe Run para operar en La Oroya, el establecimiento de más de 5600 pueblos electrificados ,  impulso decidido al proceso de regionalización (aunque no dijo exactamente cómo y cuáles fueron los resultados a largo plazo), la erradicación del analfabetismo en 9 regiones del país (con cifras que no se condicen con la realidad), así como su firme negativa a indemnizar terroristas tal como señalan algunas sentencias de la CIDDHH. Otra de las cosas significativas es que no se refirió de modo importante en ningún momento a la Amazonía.

Pedimos a los analistas José Alejandro Godoy (creador del blog Desde el Tercer Piso) Laura Arroyo (creadora del blog Menos Canas) Paola Ugaz  (periodista y reportera del IDL) y Jorge Bruce  (reconocido psicoanalista y columnista de La República) que nos ayuden con su propio análisis del mensaje presidencial. Estas fueron sus impresiones:

José Alejandro Godoy

Dos cosas me llamaron más la atención del mensaje. La primera, es el tiempo que dedicó al tema del gas y su renegociación. Sin duda, es una noticia importante y que responde a una demanda importante de un gran sector de la población, sobre todo en el tema del precio de exportaciones. Sin embargo, falta que el gobierno tenga más clara una política energética que vaya más allá de Camisea y que tenga un horizonte mayor.

La segunda son las omisiones claras del mensaje. En materia de corrupción, no ahondó en las soluciones a lo que para los peruanos constituye el principal problema del país, algunas de las cuales ya habían sido planteadas en un Plan presentado por Yehude Simon. Tampoco dijo nada acerca de la Amazonía, a un año de los sucesos de Bagua y con puntos pendientes por resolver. Asimismo, también fue flagrante la omisión de datos sobre la reconstrucción de Pisco y las zonas afectadas por el terremoto del sur del 2007. Finalmente, faltó una mayor reflexión acerca de los derechos humanos y las políticas concretas de avance en este campo.

Laura Arroyo

La primera impresión que tengo del mensaje presidencial que acabo de escuchar es que, en efecto, se trata de el último mensaje del señor García, al menos por ahora. En este sentido, confieso que no me sorprendió verme rodeada de cifras, cifras, cifras y más cifras, sazonadas con las palmas apristas, promesas que no termino de creer (no solo por pesimismo y desconfianza, sino porque me parecen un poco surreales), levantamiento efectista del cuco del terrorismo y, no podían faltar, los elocuentísimos silencios. ¿Qué silencios? Dos claros: Bagua y corrupción.

Bagua, ocurrió un 5 de junio pero empezó mucho antes y no termina todavía. Bagua fue la respuesta ciudadana más fuerte a la falta de respeto gubernamental que surge de la idea de que las autoridades pueden hacer lo que les venga en gana sin consultar con los directamente afectados. Recordemos Majaz en el año 2007 cuando, también por la falta de importancia brindada a la decisión de los habitantes, surgió un lío que el gobierno quiso pasar por alto. Entonces, Bagua no es solo Bagua y no será solo Bagua (he aquí el peligro) si es que no se concibe la importancia de respetar a los ciudadanos, porque ESO es democracia. ¿Qué dijo el Presidente sobre Bagua o la Ley de Consulta Previa? Nada de nada.

Paola Ugaz

En el último discurso de su período 2006-2011, el presidente Alan García omitió acaso el mayor conflicto social de su gobierno: el Baguazo ocurrido el 5 junio de 2009, y donde fallecieron 33 compatriotas. EL mandatario no se refirió a un tema que busco impulsar a través de la política del perro del hortelano y donde ningún funcionario de su gobierno ha sido sancionado. Es más, la actual ministra de Economía, Mercedes Araoz (a quien se le atribuye el análisis de que la no aplicación de los decretos de la Amazonía  iba a perjudicar la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos) está siendo voceada por el partido de gobierno como posible candidata a la presidencia en el 2011.

Robándome la idea del Presidente de la Asociación de Prensa Extranjera en Perú, Dan Collyns el presidente García “es un gigante rodeado de enanos”, es decir, no le gusta fomentar la meritocracia en su entorno y nadie le puede hacer sombra. Es por ello que tenemos a un primer ministro como Javier Velásquez Quesquén, a un presidente del Congreso como Cesar Zumaeta, el ministro de Transportes y Comunicaciones, Cornejo y un ministro de Defensa como Rafael Rey. A ninguno de los personajes citados se les recordará por nada más que haber sido funcionarios del gobierno

Por último, nadie puede negar que es un gobierno democrático similar al primer período de 1985 a 1990 que gobernó Alan García cuando tenía 36 años; pero nadie podrá negar que hay periodistas vetados en los medios y hay periodistas perseguidos por el odio presidencial, el odio ministerial y a veces hasta judicial. En esta lista figuran los periodistas César Hildebrandt Pérez Treviño, Augusto Álvarez Rodrich, Gustavo Gorriti, Rosa María Palacios, Fernando Rospigliosi, Rocío Silva Santisteban y el columnista Jorge Bruce.

Jorge Bruce

Me hice la siguiente pregunta: ¿quería que el discurso del Presidente me sorprenda? No y sí. No, porque ya tengo una idea formada de la naturaleza de su Gobierno: es corrupto y escorado a la derecha hasta el límite del naufragio; por lo tanto solo espero que no acabe, una vez más, triunfando la impunidad. Hemos pasado de la demagogia populista a la neoliberal. Sí, porque a pesar de eso hay una parte mía que no termina de desesperar y se aferra a la idea que la presión popular arranque al régimen mínimas medidas de justicia para que el crecimiento no sea tan inequitativo como lo reflejan, por ejemplo, los salarios, a los que el Presidente no se ha referido, por lo mismo.

Pero no me sorprendió. El gran problema con su catarata de cifras es la credibilidad. Eso las vuelve, paradójicamente, insustanciales. Mientras no se advierta una auténtica voluntad de combatir la corrupción -y cómo la habría si el mal viene de dentro- todos esos índices están heridos de muerte. Por eso los silencios han sido clamorosos: patrulleros, tanques, portatropas, BTR, Comunicore- y todo lo que incluya a gente de su entorno, ha sido como el otro yo del doctor Merengue. Para mí la ecuación que solo puede desembocar en violencia -delincuencial, asonadas, tomas de carreteras, etcétera- es crecimiento + corrupción = injusticia agravada. No es un problema de comunicación sino de credibilidad imposible ante el espectáculo cotidiano de la impunidad.

1 COMENTARIO

  1. Feliz 28 !
    Sí, apesar de la ofensa presidencial a la amazonia, fruto de su pensamiento arcaico a su vez producto de un viejo mal republicano,el centralismo limeño.El gran villano responsable del atraso de nuestro querido Perú.Realmente resulta nauseabundo ver que del total del discurso de casi 2 horas, apenas breves minutos (será una exageración mia ?)
    dedicados a la niña de los ojos de la humanidad, la amazonia peruana.Dá pena comprobar que nuestro querido país todavia es gobernado por gente inepta,egolatra, soberbia y antipatriotica.La gente amazonense deberia expresar públicamente su repudio a la actitud presidencial por semejante ofensa a la dignidad del pueblo selvático.Pero reaccionen pues, que los periodistas alzen esa bandera de protesta ( será utopia mia esperar eso ??)

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