2010

Si me dijeran con qué termino describiría este año que ya se va, contestaría, sin dudar, “incertidumbre”.

No hay nada más claro para graficar, por un lado, una serie de eventos desafortunados (legitimados a veces por el colectivo) y, por el otro, todo un movimientos de esfuerzos individuales o grupales que han generado, sin duda, alegría, esperanza y futuro.

Los viejos vicios del pasado vs la lucha constante por el porvenir. Esto significa para mí el 2010.

Un año en el cual la ciudad de Iquitos ha llegado, probablemente, a su punto más álgido en cuanto a desorden, caos vehicular y delincuencia. El ruido ha tomado el control, y las calles parecen más sucias que antes.

Un año en que la política nos ha mostrado su lado más vulgar y mequetrefe. El 2010 de los bailecitos, de las borracheras, de los besuqueos y los calzones. Pero, aún peor, el año de la banalización de cualquier forma de propuesta coherente y seria para solucionar los problemas que nos aquejan.

El 2010 de la total inutilización de los mecanismos de desarrollo regional, donde se ha demostrado fehacientemente, más claro que nunca (atención, Iván) que la burocratización del sistema de gobierno ha colapsado por la ineptitud y la corrupción. 

El año en que nuestras fronteras siguieron desangrándose debido al narcotráfico, el cual ha convertido a varias zonas de Loreto en tierras de nadie.

El 2010 en que se mostró cuán inseguro y lamentable era viajar a través de nuestros ríos. Los naufragios estuvieron a la orden del día y fueron proyecciones de nuestra irresponsabilidad general.

El año de las luchas por la defensa de la cultura y los patrimonios culturales y arquitectónicos de la ciudad, ante el embate tremendo de la MPM contra el ex INC, contra el ex Palacio Municipal, contra los murales de César Calvo, contra Bellas Artes y, en general, contra todo atisbo de manifestación histórica y artística.

Un año en que aún no hemos logrado todo lo que deberíamos hacer para integrar la causa de las provincias, del sector rural, de los pueblos indígenas. Consciente o inconscientemente, a pesar del aniversario de los sucesos de Bagua, seguimos reforzando el centralismo.

El 2010 en que un extranjero se convirtió en el símbolo de la resistencia amazónica contra la indiferencia, el abuso, la prepotencia y la intimidación gubernamental. El intento de expulsión del Hermano Paul Mc Auley fue uno de aquellos episodios más saltantes en los cuales se desnudó la barbarie de intentar destruir a un ser humano por defender la causa ambiental e indígena.

El 2010 en que se mostró en su siniestro esplendor las terribles consecuencias de la contaminación petrolera. La Pluspetrol y otras compañías aún no han llegado a encontrar realmente el camino para ayudar y reconciliarse con todas las poblaciones afectadas del Marañón y más.

El 2010 en que el CNI volvió a luchar los últimos lugares, con un remate de fin de jornada apoyando al más grande mafioso del fútbol peruano, el eterno mandamás de la FPF.

El año en que se nos fue una gran amiga, hermosa mujer, víctima lamentable de una constante imprudencia. Kori Alegría, eterna Miss Loreto, ya nos mostrará su enorme sonrisa, pero nos deja dolorosas lecciones para tomar en cuenta, con urgencia.

Aún tenemos deudas pendientes con el desarrollo tecnológico y la banda ancha. El Estado y el gobierno regional no han hecho nada (o han hecho muy poco) para reducir el absurdo e increíble déficit. Las carreteras virtuales de la información son, más que nunca, imprescindibles en estos tiempos.   

El 2010 en que la ciudad de Iquitos recibió uno de aquellos galardones ampliamente merecidos (a pesar de sus autoridades): el sexto lugar del top de destinos mundiales imprescindibles a visitar el 2011, elaborado por la prestigiosa guía de viajes Lonely Planet.

Fue el año en que un pasaje muy delicado de nuestra historia – los sucesos del Putumayo y el genocidio indígena durante la época del caucho – fue retomado y difundido gracias a la publicación de El sueño del Celta, la nueva novela de nuestro Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa. Obligatoria lectura y necesaria reflexión posterior.

El año en que la cultura amazónica ha logrado, parece, al fin posicionarse no como una promesa, sino como una verdadera realidad, aplaudida a nivel nacional y mundial. A través de pintores (Bendayán, Ceccarelli, Yahuarcani, Rubio, Saavedra, Taricuarima), artistas visuales (Dorian Fernández, La Restinga), escritores (Vílchez, Varela), músicos (Chakruna), a través de expresiones como La Procesión del Niño de la Caja, El Festival de Belén y el Festival Estamos en la Calle, el Festival de Arte Yrapakatún, el Salón de la Historieta Amazónica y, muchas, muchísimas más manifestaciones (imposible nombrarlas todas en este artículo), hemos logrado, no con pocos sufrimientos e indiferencia, un sitial. Ahora, por derecho, los gremios culturales artísticos de Loreto son interlocutores válidos en la formulación de ideas para generar progreso a nuestro pueblo.  

El 2011 se presenta como aún más gris, debido a la coyuntura política. Pero es también un espacio de esperanza para que sean, justamente, los individuos, los creadores, los hombres de decencia y proyección quienes puedan hacer que la senda a la cual hemos entrado no se pierda, no se disuelva entre tanta picardía y cinismo. Preservemos, y hagamos que el lema de la ciudad valga la pena: Carpent tua poma nepotes.

4 COMENTARIOS

  1. Jovencito se escribe así: TUA POMA NEPOTES CARPENT, en cocama o mejor dicho en tupi guaraní quiere decir SOLO TUS HIJOS HARÁN TU GRANDEZA. no seas bobo. Estas escribiendo. GRANDEZA TUS HIJOS SOLOS HARÁN. no te metas sino sabes. CABEZÓN

  2. Jovencito se escribe así: TUA POMA NEPOTES CARPENT, en cocama o mejor dicho en tupi guaraní quiere decir SOLO TUS HIJOS HARÁN TU GRANDEZA. no seas bobo. Estas escribiendo. GRANDEZA TUS HIJOS SOLOS. no te metas sino sabes. CABEZON

  3. Estuve por navidades en Iquitos y me dio muchísima pena encontrar una ciudad más caótica y sucia. Vi a una señora dueña de un bar expender a diestra y siniestra cerveza a adolescentes, quienes, tras un rato de beber y beber, empezaron a compartse de manera un tanto «libertina» (no describiré aquello que vi siendo las 4pm y con niños alrededor). Llamé a Serenazgo, a fin de que parara la situación y nunca respondieron. Llamé al 105 y nada.
    Creo que, al final, está en cada ciudadano que Iquitos vuelva a ser aquel paraíso en donde uno sueña vivir.
    Obviamente, la labor que las nuevas autoridades desempeñen será fundamental. La sensibilización y el trabajo conjunto deberán primar, y sobre todo procurar, a pesar de las diferencias políticas, no incurrir en los mismos errores y mesquindades vistas con la gestión municipal actual (todavía).
    Soy positiva y creo que, tanto el presidente regional como el nuevo provincial fumarán la pipa de la paz y permitirán con acertadas decisiones, enfocar sus esfuerzos hacia un mismo objetivo, sólo deben definir cuál es ese objetivo.

Los comentarios están cerrados.