En México el riesgo de tener nacimientos prematuros se debe principalmente a embarazos en adolescentes y por padecimientos como obesidad.

Nacer antes de la semana 37 de gestación es considerado como un nacimiento prematuro y de riesgo, de acuerdo a datos de la Secretaría de Salud alrededor del 9% de los bebés nacen antes de esa semana.

Hay otros factores que pueden ocasionar un nacimiento prematuro y son enfermedades que la madre padece, como diabetes, hipertensión, cardiopatías entre otras. Es importante que si la madre sufre alguna de estas enfermedades reciba un tratamiento desde la concepción para evitar problemas durante el embarazo y el parto.

Durante el embarazo las mujeres deben visitar al médico una vez al mes para llevar un control adecuado y evitar un nacimiento prematuro. Esto debe ser al inicio del embarazo.

Un nacimiento prematuro pone en riesgo la vida del recién nacido, incluyendo la muerte del mismo, mientras más maduro esté el bebé en su nacimiento mayor posibilidad hay de que sobreviva y tendrá menos problemas de salud. Algunos bebés no respiran al nacer, tienen dificultad para alimentarse y esto podría ocasionar problemas de salud a largo plazo.

El problema más común es que su sistema respiratorio no ha madurado y podría ocasionar la muerte del bebé.

También existe el riesgo en la madre, porque si tiene obesidad u otra enfermedad aumenta la posibilidad de muerte.

Es importante, si hay riesgo de un nacimiento prematuro, acudir a un hospital que cuente con un buen equipo de profesionales médicos así como la tecnología necesaria ya que están capacitados y sabrán cómo atenderlo.

Es necesario dar la información adecuada a las adolescentes para evitar los embarazos prematuros y a las mujeres en edad de ser madres, llevar una vida saludable para evitar la obesidad antes y después del embarazo así como un buen control médico para evitar el riesgo del bebé y la madre.