Imponiendo el principio de autoridad
La avícola Santo Tomás (entre calle Abtao y Jr. Próspero) tiene licencia temporal hasta julio de este año y el personal de la DIRESA, que nos acompaña en estas intervenciones, corroboró que este local no tiene certificado de desratización y fumigación, carece de un plan de residuos sólidos, de control de vectores, no tiene tanque de agua potable para las labores de limpieza y desinfección.
La Municipalidad de Belén, a través de la Sub Gerencia de Gestión Ambiental, está emprendiendo un duro golpe contra las avícolas que infringen abiertamente las normas sanitarias y atentan contra la salud pública.
Una de ellas ha sido la avícola Piro (ubicada en las intersecciones de José Gálvez con 16 de Julio) que no cuenta con autorización de funcionamiento, su local se encuentra en una situación deplorable, hay evidente contaminación por dentro debido a las plumas y la sangre de los pollos y gallinas sacrificadas que son arrojadas al desagüe.
Se detectó en el operativo inopinado que los propietarios de avícolas clandestinas pagan a individuos para que los desechos que se producen en el interior sean botados en sitios que ellos dicen ignorar, pero que es fácil darse cuenta que lo hacen en conocidos lugares como el óvalo del AA. HH Sol Naciente.
No tienen, además, autorización de Defensa Civil de Belén y es claro que cometen faltas graves cuando atienden al público sin reunir importantes requisitos y hasta se puede decir que si no se adoptan estas acciones, se convierten estos establecimientos en una bomba de tiempo.