La familia Palla prepara y vende humitas desde hace 6 años. Es un negocio familiar en el que colaboran la mamá y dos hermanas. Lo hacen para ayudar a la economía de sus hogares. Sus esposos trabajan como estibadores en los puertos.

Pero hay días en los que no llegan lanchas y el dinero para la comida viene de las humitas que la jefa de la familia cocina y las hijas venden.

Son casi 300 humitas las que prepara esta familia y las distribuye por la calle Próspero y Ramírez Hurtado.

Sean en un pequeño puesto o con bandeja en la cabeza, las hijas de la familia Palla salen a vender para poder tener un ingreso extra.