Muertes por covid-19 se acercan a picos de la primera ola en diversas regiones del Perú
Ica va camino a convertirse la región más golpeada en la segunda ola. En Piura, Lambayeque, Arequipa y Cusco las autoridades evalúan adoptar medidas más restrictivas, mientras en Puno persiste la desconfianza por las cifras oficiales
Reportaje producido por la #RedMediosDigitalesPerú de manera colaborativa a través de los medios CuscoPost de Cusco; Diario Pro&Contra de Loreto; El Búho de Arequipa; El Objetivo de Puno; El Piurano de Piura; Investiga de Trujillo, La Lupa de Ica y Semanario Expresión de Lambayeque

 

 

Ica va camino a convertirse la región más golpeada en la segunda ola. En Piura, Lambayeque, Arequipa y Cusco las autoridades evalúan adoptar medidas más restrictivas, mientras en Puno persiste la desconfianza por las cifras oficiales.

Diez regiones del país han puesto freno a la reactivación económica hasta el 14 de febrero a causa del aumento vertiginoso del covid-19. El Gobierno declaró a Lima, Áncash, Pasco, Huánuco, Junín, Huancavelica, Ica, Apurimac y el Callao en nivel de alerta extremo imponiendo restricciones y reduciendo la movilización social lo más posible. Los casos positivos se han disparado y los sistemas de salud nuevamente se encuentran al límite de su capacidad de respuesta.

El Perú presenta una tendencia al alza con niveles de transmisión por encima de los registrados en noviembre y diciembre, con cerca de 40 mil casos positivos y mil 294 muertes en la última semana. Una clara muestra de la gravedad de la situación es la tasa de mortalidad y morbilidad en 16 regiones, repitiéndose las cifras de mayo y junio del año pasado, señala el científico en computación y miembro de Open Covid – Perú.

“Si tú miras las curvas del Sinadef en general, los valores para el 30 de enero eran 936 muertes diarias. Uno de los picos que tuvimos fue el 15 de junio, cuando había 969 muertes diarias, ahora estamos llegando a eso”, señaló.

Las medidas preventivas se relajaron en Navidad y Año Nuevo generando que la curva se disparara rápidamente. Burhum manifestó que la aplicación de cuarentenas focalizadas se implementó en algunas regiones demasiado tarde, pese a que se notaba el crecimiento de la curva desde fines de noviembre y diciembre.

Los periodistas de los medios que integran la Red de Medios Digitales del Perú analizaron la incidencia de muertes por covid-19 en sus regiones en base a lo que reportan las direcciones y gerencias de salud y también lo que registra el Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef), encontrando por ejemplo que regiones como Ica presentaban un brusco aumento de los fallecimientos.

Lambayeque: a un paso de alcanzar el riesgo extremo

Los primeros meses de la emergencia sanitaria fueron catastróficos para Lambayeque. Los indicadores de letalidad llegaron, entre abril y mayo del 2020, a más de 10 % en algunos distritos, siendo Chiclayo y Ferreñafe las provincias más afectadas por el número de fallecidos. Diez meses después, iniciada la segunda ola y con condiciones más duras, la evolución de la letalidad en el departamento es ascendente.

El 14 de marzo del 2020 se reportó el primer caso de Covid-19 en Lambayeque y el 26 del mismo mes el primer fallecimiento.  El incremento, según cifras oficiales del Ministerio de Salud, fue de seis mil casos entre abril y mayo, en tanto entre mayo y junio fue de siete mil. Al 30 de junio, el sector reportó 13 mil 858 casos en el departamento. Al 31 de diciembre del año pasado, Lambayeque sumó 33 mil 391 casos confirmados de Covid-19 y tres mil ocho muertes: dos mil 800 con diagnóstico positivo y 208 fallecidos con sospecha.

De acuerdo al Sistema Informático Nacional de Defunciones – SINADEF, el 17 de marzo del año pasado hubo tres muertes consideradas “no violentas” en Lambayeque. En esta clasificación se incluye a los fallecidos por COVID-19 y otras enfermedades.  Desde ese día, la cifra fue escalando. El 2 de abril el número se había duplicado (14), el 25 de abril llegó a 35; luego, el 1 de mayo ascendió a 42 y el pico más alto se registró el 13 de mayo con 51 decesos.

Iniciado el 2021 los números volvieron a subir. El 1 de enero los fallecidos por muerte “no violenta” eran siete en el departamento. Para el 4 de enero ya sumaban 13 y 15 el 18 de enero. Desde ese día, la cifra promedio es 10 fallecimientos por día, un escenario similar al de la primera semana de abril.

A nivel distrital, por toda causa de muerte (“no violenta” y “violenta”), Chiclayo encabeza la lista con 97 fallecimientos entre el 1 y 28 de enero de este año. La lista continúa con José Leonardo Ortiz, La Victoria, Ferreñafe y Lambayeque distrito, según la Gerencia Regional de Salud.

Un equipo de microbiólogos del Hospital Regional encontró una mutación inusual en muestras tomadas en abril del 2020 a pacientes contagiados, procedentes de cinco distritos de Lambayeque.  El microbiólogo Franklin Aguilar, quien trabaja en el Laboratorio de Virología e Inmunología del citado nosocomio, explicó que los estudios arrojaron una mutación inusual en la proteína M del SARS CoV-2. Esto podría explicar por qué Lambayeque fue uno de los departamentos más afectadas durante la primera ola en cuanto a número de contagios e índice de letalidad.

Mientras tanto, las autoridades han invocado a la población a no bajar la guardia. “Debemos seguir manteniendo la protección indicada en los protocolos: la mascarilla, el protector facial y mantener una distancia mayor al metro y medio(…)”, insiste el presidente del Cuerpo Médico del Hospital Nacional Almanzor Aguinaga de EsSalud, Juan Cruz Venegas. Explica que el riesgo más alto de contagio lo constituyen las reuniones y celebraciones, la asistencia a bares y discotecas.

De igual manera, Ruperto Sandoval Macalopú, quien está cargo de la Gerencia Regional de Salud, anota que las cifras departamentales son alarmantes. El 28 de enero, el Comando Regional COVID informó que el número de casos positivos asciende a 35 mil 373, con un total de defunciones por la enfermedad de tres mil 238.

“Mucho se debe a que nuestra población es prácticamente indiferente a las medidas que dicta el gobierno. Aparte de eso, tenemos un sistema de salud que es precario, de infraestructura inadecuada, con desabastecimiento en equipos e insumos, y el recurso profesional tanto médico como no médico siempre ha sido insuficiente. Afrontar en esas condiciones una pandemia me parece que va a ser difícil, porque mucho se habla de que se han comprado ventiladores, camas UCI, pero en realidad no lo vemos (…)”, comenta.

La región enfrenta la pandemia en medio del déficit de médicos intensivistas, añade. Cruz Venegas y Sandoval Macalopú coinciden en que Lambayeque debería ser considerada, como Lima, en riesgo extremo y, en consecuencia, aplicarse la cuarentena focalizada.

En Piura fallecen entre 20 y 25 personas a diario

En setiembre de 2020, la reactivación económica en la región Piura empezó en Talara, la provincia donde se ubican las playas más conocidas del norte del país. Allí se incrementó la llegada de turistas a balnearios como Máncora, Vichayito y Los Órganos. Meses después, Piura fue una de las primeras regiones que registró rebrotes serios de covid-19.

Según la Sala Situacional de la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Piura, entre marzo de 2020 y enero de 2021, la región suma más de 80 mil 100 contagios y 3 mil 136 muertes confirmadas por coronavirus. Este panorama se evidencia en las afueras del hospital Santa Rosa, donde decenas de personas esperan, incluso durmiendo en carpas, la recuperación de sus familiares que se encuentran internados a causa del virus.

Solo en el primer mes de este año, 230 personas han fallecido a causa del virus en Piura, según la Diresa, y 24 médicos dieron positivo al coronavirus, de acuerdo con el Colegio Médico de Piura.

Pero estas cifras no están ni cerca de las que maneja el Ministerio de Salud.  Hasta el 31 de enero Piura apenas se contabilizaban 45 mil 727 casos confirmados y 2 mil 289 muertes.

Sobre este desfase, el director regional de Salud, José Nizama Elías, explicó que el Minsa elabora un consolidado a partir de tres sistemas de registro, pero le falta sincerar datos. Además, no se ha tomado en cuenta indicadores sanitarios, sino también económicos y de desarrollo.

“Son varios los indicadores que se ha evaluado para la clasificación de las regiones. Estemos o no clasificados, las medidas de prevención deben ser las mismas. Estas dos semanas nos van a permitir seguir cuidándonos”, expresó Nizama.

Eddy Leyva Villalonga, jefe de Inteligencia Sanitaria de la Diresa, confirmó que en los últimos días se ha registrado un aumento considerable de decesos a causa del coronavirus. “Confírmanos que hemos tenido un incremento de fallecidos en la región, ahora hay entre 20 y 25 muertos por día”, manifestó.

Además, enfatizó que sí se viene realizando las pruebas suficientes por día para el descarte de la enfermedad en los establecimientos de salud correspondientes: “Se viene haciendo de 130 a 140 pruebas moleculares diarias”.

Para la Federación Médica de Piura, las cifras de muertes por coronavirus tampoco cuadran. Según el Sistema Informático Nacional de Defunciones (SINADEF), entre el 2018 y 2019, Piura tenía un promedio de 6 mil 100 defunciones por año. Y en el 2020, se registró un total de 11 mil 305 decesos, casi el doble en comparación de años anteriores.

Debido a las cifras, el presidente de la Federación Médica de Piura, Arnaldo Vite, se ha opuesto a que la región descendiera en el nivel de alerta (del Muy Alto a Alto) y ha propuesto “Ley Seca” y confinamiento regional.

No solo el desfase es un problema. En una reciente aparición pública, el gobernador regional de Piura, Servando García, recomendó a la población piurana el uso “preventivo” de la ivermectina, un antiparasitario cuyo uso contra la Covid-19 no tiene ningún sustento científico.

“Yo la uso [la ivermectina] de manera preventiva, cada 30 días tomo mi dosis correspondiente, Gracias a Dios, hasta hoy no he tenido problemas. Como digo, es para disminuir la sintomatología, en caso se presente [la covid-19], siempre bajo prescripción médica”, ha dicho.

La libertad: crítica falta de personal médico

En la región La Libertad, la cifra de nuevos infectados por covid-19 también va en aumento y ya no hay disponibilidad de camas UCI en ninguno de los establecimientos de salud.

El titular de la Gerencia Regional de Salud (Geresa), Fernando Padilla Bartra, confirmó que, si bien hoy en día cuentan con 68 camas UCI, actualmente todas están ocupadas y existen entre 20 y 23 pacientes en lista de espera, a quienes se les atiende en camas pre UCI, es decir, con una ventilación no invasiva y con oxígeno a alta presión.

“Recordemos que cuando empezó la emergencia, el año pasado, solo había ocho camas UCI en el hospital Regional Docente de Trujillo. El hospital de Alta Complejidad Virgen de La Puerta de EsSalud empezó con cinco camas y luego subió a diez. Con el pasar del tiempo se fueron habilitando más camas. Mucha gente que no era covid se dejó de atender y entonces esas camas UCI pasaron a ser netamente covid. En el transcurso del tiempo, poco a poco se fue creciendo y hoy tenemos 68 camas UCI activas”, explicó Padilla Bartra.

De acuerdo a la distribución, 34 camas UCI están en el hospital de Alta Complejidad, 22 en el hospital Regional, 3 en el hospital Belén y entre 5 y 9 en la clínica San Pablo, dependiendo de su disponibilidad. Asimismo, indicó que están evaluando que el hospital temporal Ramón Castilla de Huanchaco ya no solo atienda a pacientes leves sino también a moderados.

Pero, más allá del equipamiento, el titular de la Geresa en La Libertad indica que el mayor problema que enfrenta el sector salud en la región para enfrentar esta segunda ola del covid-19, radica en el recurso de personal médico.

“En el tema de los ventiladores mecánicos perdimos 15 y prácticamente nos están devolviendo 10 y luego otros 5, a nivel nacional probablemente nos distribuyan más. El tema fundamental no es si tengo el equipo o cama UCI más ventilador, que es lo que se requiere. El tema es si tengo quién lo maneje. Para atender una cama UCI se necesita un intensivista, enfermeras y técnicos. Es un equipo de cinco personas que tiene que cubrir 24 horas. En Salud, el recurso humano trabaja seis horas, es decir, necesito cuatro equipos por día. No son solo cinco personas, pasa a ser un grupo humano grande”, anota el jefe de la Geresa.

En la actualidad, La Libertad cuenta con 1 mil 475 profesionales médicos contratados, además de 3 mil 500 en lo que se refiere a personal de salud. Sin embargo, Padilla Bartra indica que para atender la demanda hospitalaria creciente se necesita por lo menos mil profesionales más.

“Ante la emergencia, hemos capacitado a personal de salud de carreras afines, internistas o médicos neumólogos o cardiólogos, que pueden manejar lo complicado del sistema. Debe entenderse que no es que el paciente llega y se conecta el ventilador y listo; eso necesita un monitoreo las 24 horas. Por ejemplo, nos pueden enviar 20 camas UCI más 20 ventiladores, pero no hay recurso humano para activarlos. Solo para aumentar 10 camas UCI con ventilador, por tres meses, se necesita más de 2 millones 100 mil 000 soles, pero el gobierno solo nos remite los equipos. Por eso, ahora estamos gestionando colaboraciones. Ya estamos viendo un apoyo de la Cámara de Comercio de La Libertad”, sentenció.

Letalidad supera el promedio nacional en Ica

La región Ica ingresó a cuarentena desde el 31 de enero pasado y, por lo pronto, va hasta el 14 de febrero. En la primera ola, la ciudad del eterno sol se encontraba entre las 10 regiones más golpeadas golpeada por la pandemia. Se llegaron a registran picos de hasta 300 casos diarios a mediados de agosto y más de 50 fallecimientos por semana, de acuerdo a las notificaciones de la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Ica. El viceministro de Salud, Luis Suarez, señalaba en agosto que Ica era la región con mayor riesgo de muerte a nivel nacional.

De acuerdo a la Sala Situacional de la Diresa Ica, la tasa de letalidad en esta región ha variado desde el inicio de la pandemia. El pico máximo se alcanzó en junio, cuando la tasa llegó a 8,85%, es decir, de 100 infectados, 9 no llegaban a sobrevivir. Para el mes de setiembre bajó a 6,77% y para el 31 de diciembre se produjo un paulatino incremento que llegó 7,02% en la región.

Para enero, la letalidad subió 7,22%, llegando a contabilizar 276 personas fallecidas, el doble si se compara con el 3.6% de la tasa nacional, de acuerdo al Ministerio de Salud.

En comparación con el registro del Sinadef, las cifras son muy superiores. Para el 28 enero, sumaban 344 fallecimientos asociados al coronavirus. El pico más alto se registró el día 25 con el fallecimiento de 13 personas en solo 24 horas. La curva comenzó a ascender sostenidamente desde principios de año con una media móvil (7 días) de decesos que fluctúan entre 25 y 31, muy cerca a lo registrado en junio, que era entre 37 y 42.

El director regional de salud de Ica, Marco Cabrera Pimentel, indicó que el trabajo conjunto permitió conseguir que, para octubre y noviembre, se aplanara la curva. Sin embargo, el paro agrario a fines de diciembre, junto a las festividades de fin de año, hicieron que el virus se disperse de nuevo. Las principales víctimas de la pandemia son mayoritariamente adultos de más de 60 años (191), seguido de adultos mayores de 30 años (79).

La región afronta esta segunda ola con los hospitales al límite, las camas UCI ya colapsaron y se han ocupado 450 de las 600 camas hospitalarias disponibles. La región hace los esfuerzos para que se instalen plantas de oxígeno y ampliar la capacidad en unas 80 camas. Sin embargo, la falta de personal médico y dinero para contratarlos son los principales obstáculos.

Muertes por covid-19 se comparan a primera ola en Arequipa

En el último mensaje, el gobierno del presidente Francisco Sagasti elevó el estatus de la región que pasó en 15 días a un riesgo muy alto. Si bien se implementaron algunas restricciones de movilidad y aforo, aún no se llegó a un confinamiento. No obstante, el sistema sanitario local ya lleva varias semanas saturado por las demandas de atención.

El martes 26 de enero, médicos y enfermeras del hospital Honorio Delgado expusieron el drama que afrontan. El propio director del establecimiento, Richard Hernández, reconocía que el personal estaba exhausto. Las semanas de trabajo continuo por la pandemia, sin vacaciones, y la exigencia por el rebrote los tiene al límite.

“Si el personal de salud cuidó a la población en la primera ola, ahora le corresponde a la población cuidar a los médicos. Estamos cansados, estamos agotados, estamos fatigados”. De esta manera el director del hospital covid, Richard Hernández, invocaba a los ciudadanos a tomar mayor responsabilidad ante la pandemia.

En las tres últimas semanas se triplicó el número de personas que acuden al nosocomio. De atender a 8 y 12 pacientes ahora reciben a más de 36 pacientes. Varios de ellos llegan en condiciones graves. Las 22 camas UCI se ocuparon totalmente en la segunda semana de enero y las 35 camas de alto flujo que se acondicionaron a mitad de mes se saturaron en menos de 7 días. En similares condiciones se encuentra el hospital Carlos Alberto Seguín Escobedo de Essalud, que tiene sus 35 camas UCI abarrotadas de pacientes.

En relación a las muertes por covid-19, la región superó lo registrado en todo noviembre y diciembre del 2020 en solo dos semanas. Un claro indicador del incremento en la velocidad de segunda ola respecto al final del año pasado.

A su vez, los dos registros de muertes por la enfermedad también reflejan una tendencia al alza. Tanto el registro de muertes totales del Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef), como el de muertes covid oficiales de la Gerencia Regional de Salud (Geresa), grafican el aumento continuo de muertes en la región.

Nuevamente, los promedios semanales de ambos indicadores para la última semana de enero coinciden con los de la tercera semana de junio del 2020. Respecto a los nuevos casos, la media de la última semana de enero fue de 487. No se registraba una cifra similar desde la cuarta semana de junio del 2020, cuando se contabilizaron 498.

La misma situación se presenta para los casos activos. Para el mismo periodo de enero, el promedio marcaba unos 6 mil 259. Nuevamente, junio del 2020 ofrece un número parecido, cuando su quinta semana tuvo unos 6 mil 676.

El jefe del Comando Operativo Covid Arequipa, Percy Miranda, señaló que la mortalidad llegaba ahora a 15 fallecimientos por día. “Teníamos más del 70% de la población susceptible. La apertura de la fase IV y salida de los niños habían sido un riesgo muy fuerte, pero no calculamos que iba tener una letalidad muy alta… la letalidad llega ahora a casi 15 fallecimientos diarios, cosa comparable solo con el mes de mayo del año pasado”, señaló recientemente.

El comportamiento de las estadísticas revisadas apunta hacia la inminente cresta de la segunda ola. Al igual que en el primer embate de la pandemia, los niveles de contagio y muertes se encaminan hacia sus picos.

La comparativa que salta a la luz es con la segunda mitad de junio del 2020. De repetirse el mismo escenario del año pasado, Arequipa afrontaría la etapa crítica de nuevos casos y defunciones en unas tres o cinco semanas, entre mediados de febrero y mediados de marzo. Es decir, un equivalente a lo vivido entre julio y la primera mitad de agosto.

En vista del agravamiento reciente de la pandemia, médicos del hospital Honorio Delgado han pedido que se disponga un confinamiento estricto los fines de semana. Mientras que un sector de la población considera que debió ingresarse a una cuarentena como la que se vive en Lima y nueve regiones del país. ¿Se trataría de una medida efectiva o llegaría muy tarde?

Falta de sinceramiento de las cifras de la pandemia en Puno

El 25 de enero del 2021 el Sistema Informático Nacional de Defunciones, contabilizó en la región Puno 30 muertes no violentas; sin embargo, el reporte de la Dirección Regional de Salud (Diresa) Puno para el mismo día contaba solo 5 fallecidos por covid-19.

El representante de la Defensoría del Pueblo en Puno, Jacinto Ticona, dijo que la región Puno podría encontrarse atravesando una segunda ola de la COVID 19 si se consideran las cifras del Sinadef. Aunque para la Diresa Puno, la región se encuentra atravesando por un rebrote y solo podría subir al nivel extremo si se contabilizan 25 muertes diarias.

Asimismo, Ticona ha mencionado que las cifras de la pandemia que maneja la Diresa evidencian aún inexactitud debido al cambio constante del funcionario responsable del área de Epidemiología. En un año se han realizado hasta cuatro cambios, lo que ocasiona demora al momento de recabar la información de las 11 redes de salud. Según el representante de la Defensoría del Pueblo, la falta de transparencia en el manejo de las cifras oficiales alienta a la sospecha poniendo en duda la fidelidad de los datos con la realidad.

“Diresa Puno tiene que tener precisión (y una) política de transparencia con todas sus redes, para brindar a la población y al Gobierno Central un reporte exacto y oportuno, para que la Sala Situacional tenga una información precisa de fallecidos por covid”, acotó el representante del Defensor del Pueblo en Puno.

Por su parte, el director Regional de Salud de Puno, Walther Oporto Pérez, declaró que la Diresa registra el número defunciones por covid, de acuerdo a los certificados de defunción que emiten los establecimientos de salud, por lo que le sorprende la diferencia de cifras de muertes con SINADEF.

Se comprometió a convocar a una reunión a los responsables de Epidemiología de las Redes de Salud para analizar y solucionar esta disparidad de muertes en pandemia entre SINADEF y Diresa.

“Por el incremento de casos de Covid, la situación de Puno es de rebrote, los casos registrados no han superado las estadísticas de la primera ola de los meses de julio, agosto y septiembre del pasado año”, añadió.

La falta de transparencia sobre muertes por COVID, impide medir el impacto que tiene la enfermedad con un sistema de salud colapsado y las personas buscando el pan de cada día en las calles.

Según el reporte al 30 de enero, en Puno 161 pacientes se encuentran hospitalizados, y 20 personas se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos, en tanto que se informaba de 18 fallecidos. Entre ellos, 5 murieron en el área Covid del hospital regional Manuel Núñez Butrón de Puno.

Cusco: un alto subregistro de muertes

En la primera crisis sanitaria que atravesó el sistema de salud de Cusco, se llegaron a contabilizar entre 5 a 10 fallecidos a diarios entre los meses de julio y agosto. La situación conllevó a que las morgues de los dos hospitales que pertenecen al Minsa y EsSalud rebasaran de cadáveres. Las cifras nuevamente comenzaron a replicarse este año. En la última semana se han producido 10 muertes diarias por covid-19, en promedio. Incluso, se ha llegado a picos de 17 fallecidos en 24 horas a fines de enero.

La región llegó a junio con 15 camas UCI para una población que supera los 400 mil habitantes. En medio de la oleada, se pusieron en funcionamiento 100 camas en el hospital temporal del Minsa y otras 200 en la villa médica que instaló Essalud. Actualmente, el número de camas UCI asciende a 23 y podría duplicarse, siempre y cuando se consiga el personal suficiente, señalan las autoridades sanitarias.

La región Cusco fue duramente golpeada en la primera ola. Entre marzo y diciembre fallecieron 1 mil 321 personas, a consecuencia de la covid-19, según estadísticas de la Sala Situacional de la Gerencia Regional de Salud. Solo en agosto, el mes más fatídico, se produjeron casi la mitad de los decesos, registrándose un total 660 muertes.

Las estadísticas del Sinadef también muestran un crecimiento sostenido entre julio y agosto. Para la cuarta semana de julio la media móvil oscilaba entre 27 y 38, mientras que para el siguiente mes se alcanzó el pico más alto con promedios de 48 y 51 muertes diarias. En base a esta cifra, desde el inicio de la pandemia hasta el 31 de diciembre los médicos notificaron más de 6 mil 500 defunciones, muy por encima de las 1 mil 439 notificadas por el sector salud.

La gran diferencia acentúa la percepción que en las regiones existe un alto subregistro de decesos que están fuera de las cifras oficiales que se reportan. En lo que va del año, según el Sinadef, Cusco registra 640 fallecimientos no violentos; mientras que la Sala Situacional Covid de la Geresa Cusco, contabiliza 148 muertes por Covid 19, notándose una diferencia de 465 defunciones en la región Cusco. La tasa de letalidad se mantiene en 2.96%.

Las autoridades de salud coinciden en que algunas provincias de la región deben ingresar a una cuarentena focalizada, en especial Cusco, La Convención y Chumbivilcas. Mientras tanto, invocan a la población a continuar protegiéndose para evitar que se reproduzcan episodios como los de agosto.

En enero Loreto reportó más de 70 muertes

La región amazónica de Loreto fue en la primera ola una de las más afectadas por el coronavirus. Las autoridades de salud llegaron a notificar hasta 40 muertes en un solo día. El primer caso se registró el 16 de marzo de 2020, cuando un turista llegó a Iquitos desde Asia.

La primera semana de diciembre del 2020 en los hospitales de EsSalud y de la Diresa en Iquitos, ambos catalogados como «hospitales covid19», se tenía 18 hospitalizados. Desde esa primera semana se notó un incremento de contagiados que ingresaron a ser internados por presentar síntomas del virus.

Luego, las estadísticas oficiales señalan que durante el primer mes del año se han registrado 72 muertes en la región Loreto por covid-19.  En las dos últimas semanas el promedio de muertes diarias se ha mantenido entre 1 o 2 muertes. Según el director regional de Salud de Loreto, Carlos Calampa del Aguila, el aumento de casos ya se preveía por el comportamiento social de las festividades de Navidad y Año Nuevo, donde la población se relajó y descuido las medidas sanitarias.

Desde esa fecha los casos han ido en aumento y hasta el último día de enero se tenía 199 hospitalizados y 729 en aislamiento domiciliario. 2,542 fallecidos se han registrado desde el 16 de marzo del 2020, día que se presentó el primer caso de contagio en Iquitos, a través de un turista llegado desde Asia.

El médico infectólogo, Juan Carlos Celis, dijo que no se puede hablar de una segunda ola pero sí de un incremento de casos que se debe a que la gente se está automedicando. A raíz del aumento de casos el gobernador regional de Loreto, Elisban Ochoa Sosa, convocó a reuniones permanentes del Comité Anticovid de Loreto y se ha puesto en funcionamiento el Hospital Modular, construido en los ambientes del Hospital Regional de Loreto «Felipe Arriola Iglesias»