ESCRIBE: Jaime Vásquez Valcárcel
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Pobre Moisés. Presagio que hasta el mismo día de sus últimos suspiros terminará odiando a Iván Vásquez Valera en una coincidencia fúnebre con su colega Jorge Luis Donayre Lozano. Y seguro que no será la única coincidencia con quien se hizo popular, además, por aceptar el cargo de Alcalde de Maynas por la amistad que tenía con el hijo del dictador Juan Velasco Alvarado, tal como en reiteradas oportunidades lo cuenta didáctica y jocosamente el periodista Tito Rodríguez Linares. Moisés y otros más, repiten el absurdo de aceptar cargos y diferenciar sus críticas por ser “amigo” de tal persona. Como si el amiguismo no hubiera hecho tanto daño a la política peruana. Ayer, JLDL aceptó ser representante de un gobierno militar y dictatorial solo por ser amigo del hijo del presidente. Y se autoproclamaba como demócrata. Bonita forma de serlo. Moisés, lo ha dicho en este diario -que le abre las puertas para sus escritos y sus declaraciones con la misma convicción que otros candidatos cierran sus puertas para no declarar a ese medio y cierran sus medios para que se ofrezca un solo pensamiento y encima se autotitulan como democráticos- ante la pregunta de Katy Riveros: “¿Qué opina de la postulación al congreso de Patricia Donayre por Fuerza Popular? En el caso de la señora Donayre, tratándose de una dama y amiga, sólo diré que nos sorprendió a todos su abrupto cambio de camiseta hacia las antípodas de la posición de su recordado padre, don Jorge Luis”. Lo leo y no lo creo. O sea, o sea. Cierro un ojo y cierro otro y na que ver, como dirían los jóvenes. Por amiga y por dama se abstiene de opinar. Ergo, por enemistad y por varón con obsesión lanza críticas contra Iván Vásquez Valera. Tampoco, tampoco.
Y como en esta campaña no será candidato a nada porque cada vez que interviene termina con una aleccionadora derrota seguro que irá por el mundo amazónico lanzando mentiras sin que nadie le salga al frente. Abusando de los periodistas amigos y preguntones. Aunque el regidor Billy Arévalo Sánchez, su colega y homólogo en casi todo el sentido de la palabra, le ha salido al frente: “Es lamentable y contradictorias las declaraciones del compañero Moisés Panduro, con qué moral y convicción política puede hablar una persona que luego de estar 5 años como Secretario del Apra en Loreto dejó al partido totalmente desmantelado y desarticulado sin poder armar ninguna candidatura que pueda participar en las últimas elecciones, sin un local partidario, sin fortalecer las bases del partido en otras provincias. El clientelismo político del cual el tanto habla se ha visto reflejado en su propio accionar al ser regidor por otra agrupación. Ataca el acuerdo político del APRA con Fuerza Loretana no porque sea malo, sino porque él está siendo dejado de lado en las decisiones del partido y porque además no tiene ninguna posibilidad de ser candidato al Congreso”.
En este diario se le considera amigo a Moisés. Este columnista se considera amigo de Moisés. Pero nunca quisiera que esa condición unilateral sea refugio para que deje de criticar lo que considera erróneo como tampoco quisiera jamás claudicar hacia quienes, periodísticamente, creen que el columnista Moisés se obnubila por sus propias pasiones. Porque a pesar de las diferencias y contradicciones –con errores incluidos- creemos que posiciones como las que levanta y defiende Moisés por lo menos sirven para entretener el debate político. Y, tal como se repite a veces sin practicarlo: No estoy de acuerdo con las ideas que profesas pero daría cualquier cosa para que sean publicadas. De eso también se trata la vida. No sé si la política.
LLAMADA Lo leo y no lo creo. O sea, o sea. Cierro un ojo y cierro otro y na que ver, como dirían los jóvenes. Por amiga y por dama se abstiene de opinar. Ergo, por enemistad y por varón con obsesión lanza críticas contra Iván Vásquez Valera. Tampoco, tampoco.
