[Escrito por: Moisés Panduro Coral].
El tren eléctrico de Lima como sistema de transporte masivo y rápido de Lima es asociado a la figura de Alan García. Tren eléctrico y Alan son como dos caras de una misma moneda, aunque conozco personas, jóvenes especialmente, que todavían dan crédito a una de esas leyendas negras que se han propalado adredemente y que señala que Alan fue tan ineficiente que su obra del tren iniciado en su primer gobierno en 1988 recién lo terminó en el año 2011, o sea, 23 años después. Si a eso se agrega la otra parte de esa fábula negra que un mafioso italiano soltó en el sentido de que había entregado dinero a Alan para que se hiciera la obra, tienen el cuadro completo: Alan, aparte de ineficiente resulta corrupto.
Pero nada de esto tiene asidero real, por supuesto. Lo del Siragusa aquél fue una farsa montada que se vino por los suelos una vez que el mafioso ése dejó de ser aceitado por los enemigos perjurados de Alan y ante la falta de billete que comprara su tronadísima lengua dio por terminado su triste papel de echar pestes contra el ex Presidente. A esta gente no le interesó siquiera por decencia saber que la obra del tren se financiaba con préstamos de un gobierno amigo (Italia, con primer ministro socialista) a un gobierno aprista al que el Fondo Monetario Internacional le cerró todos los caños financieros en castigo por su rebeldía contra la injusta deuda externa.
Con todo, de esa fábula, ha quedado el supuesto de un Alan ineficiente. Hace poco nomás leí en el facebook que alguien repetía la monserga de ineficiente olvidando que si bien es cierto el tren fue iniciado en la mitad del primer gobierno de Alan, éste al terminar su mandato en julio de 1990 dejó gran parte del proyecto avanzado, entre ellos los macizos pilotes de esa gigantesca obra. La obra debió ser continuada por el siguiente gobierno, pero el señor Fujimori por mezquindad política no lo continuó y ninguneó el proyecto durante los diez años que se mantuvo en el gobierno hasta su vergonzosa renuncia por fax en noviembre del año 2000. Recuerdo que un historiador de apellido japonés puso las fotos de los pilotes en la portada de su libro “Nación o Entelequia” para escarnecer más a Alan y agradar al dictador.
Después vino el señor Paniagua como presidente interino, a quien no se le puede juzgar no haber retomado el proyecto por que en realidad estuvo poco tiempo. Toledo, el “cholo sagrado” de la señora Karp sí debió retomarlo, pero por esa sordidez que domina a los necios adoptó la misma postura de Fujimori frente al tren, es decir, basureó un proyecto sólo por que el padre de la criatura era Alan y así pasaron 5 años más. Tuvo que llegar a Palacio nuevamente el mismo Alan para terminar el tren que ahora sirve a miles de personas que en escasos minutos recorren las distancias que antes les tomaba más de dos horas. En conclusión: el tren de Lima se terminó en 2011 no por que Alan fuera ineficiente o corrupto sino por que ninguno de los gobernantes desde 1990 hasta 2006 quisieron continuarlo por odio político.
Y encima hay gente que criticó a Alan por terminar su tren y dejarle funcionando. ¡No frieguen, hombre!