Estos días por la península donde gobierna Rajoy se están excarcelando presos condenados por crímenes por terrorismo y asesinatos en razón que los tribunales aplicaban una interpretación sui- generis sobre las penas a estos delincuentes y lo peor es que la clase política calló u omitió realizar cambios a la legislación de la dictadura franquista. Es por ello que ante las cámaras de televisión están saliendo asesinos convictos y confesos generando cierta alarma social. Pero también integrantes de ETA que han asesinado a personas inocentes. Es un terreno de emociones encontradas. Algunas personas e instituciones han promovido encuentros entre etarras y las víctimas de su violencia como son los familiares de los fallecidos. Es muy difícil emocionalmente pero se balbucean estos pasos. Lo curioso es que la derecha y las organizaciones de víctimas de terrorismo bajo la tutela de este partido están callados y no saben qué hacer. Los han encontrado con el pie cambiado, no pensaban que este gobierno de su misma línea ideológica pudiera hacer lo que está haciendo [los del partido conservador en la oposición llamaron asesino a Zapatero ante la posible salida de un etarra, hoy se tienen que tragar sus palabras aunque de estos cínicos es posible todo]. Amén de estos casos hay uno que llama la atención es que muchos de los etarras que son excarcelados son recibidos en medio de una fiesta por sus amigos y familiares. La escena es dantesca ¿Estos familiares cómo pueden alegrarse de esa manera por la liberación de asesinos?, ¿No hay ni un gramo de empatía con las víctimas y sus familias? ¿Cómo la política o un ideal puede ser instrumento para justificar crímenes? Es muy duro. Deberían ponerse a pensar si quiera unos minutos.
