Día del Padre:
En el Día del Padre, Ángel Díaz destaca y quiere dar a conocer el trabajo de su progenitor Miguel Ángel Díaz, un estudioso y traductor intérprete matsigenka natural de la comunidad Nuevo Mundo, en Cusco, y quien a sus 63 años se encarga de revalorar la cultura a través de la enseñanza a sus hijos, contando los secretos del idioma y colaborando en la producción de “El libro de Nuestra Selva”, una colección de cuentos editada por Pluspetrol.
Los hijos de Miguel Ángel Díaz se llaman Miguel y Yeni, también traductores y contadores de historias legendarias de Nuevo Mundo, una comunidad matsigenka fundada a finales de la década de 1960 que se ubica a orillas del río Urubamba. Aquí viven más de 1000 personas, cerca a la frontera entre Cusco y Ucayali.
Para Miguel Ángel, que es un padre matsigenka conocido y respetado en las comunidades del Bajo Urubamba de Cusco, el hombre matsigenka – que significa gente o humanos en castellano- se identifica por su lengua fluida, su cushma con diseños horizontales y verticales; comen pescado, plátano, yuca, y son cazadores.
Pero los matsigenkas también son vecinos reservados y sus relatos están vinculadas a la tierra, el agua, la luz, el sol o la luna. Ellos tienen al dios Tasorinchi, en referencia a la naturaleza, y Sanakarite, en referencia a los ángeles o espíritus. “Cada historia tiene una lección; nuestra idea es contar y preservar historias reales de los matsigenkas”, cuenta.
Este eroti (hablador o contador), como también le pueden llamar a Miguel Ángel en Cusco, ha viajado por muchos países de América, Europa y Asia para aprender sobre antropología y lingüística, para luego regresar a su pueblo, contar su cultura y defenderla.
Miguel Ángel explica que muchas de las historias que conoce las aprendió de su padre, que “nació por el río Picha”, y él ahora debe transmitir todo a sus hijos. Una muestra de ello es su colaboración intelectual en el “El Libro de nuestra Selva”, una colección de cuentos donde aparecen las historias matsigenkas “Keatsi y el Chamán Valiente” y “La mamá equivocada”. En este último, Miguel Angel Díaz es co-autor.
Miguel Ángel Díaz sigue enseñando y estudiando en su querido Nuevo Mundo. Ángel también se dedica a ser traductor-intérprete. Padre e hijo buscan contar las verdederas historias que los antiguos matsigenkas forjaban en la orillas de río Mipaya, su primer asentamiento, para que el mundo las conozca. “Todos deben saber y contar historias”, sostiene.