Más cambios a la vista
Primero. Los directivos académicos de la Universidad Nacional Intercultural de la Amazonía (Ucayali) visitaron ayer al (re) presidente de la Comisión de Educación del Congreso el parlamentario Daniel Mora, no para quejarse de la nueva ley universitaria que se viene aprobando desde la legislatura anterior, sino para hacer una propuesta más interesante y exacta. La formación y apoyo de universidades que valoren la interculturalidad, sugirieron una mención en este sentido en las medidas complementarias.
Ese es un cambio en cuanto a la actitud que siguen tomando algunos representantes de la ANR como su presidente, Orlando Velásquez, un ex Patria Roja que aboga por el actual mercantilismo de la universidad. “Extraño”, como se preguntó el peruposibilista Mora y antes de anunciar una marcha la cual no convocará sin duda a nadie más que a los familiares y dueños de algunas universidades, debería ponerse en el plan de apuntar mejoras en la norma y no oponerse por oponer. Ojalá salga de una buena vez la ley y continúen las reformas en varios sectores, algo que el gobierno no está sabiendo aprovechar en cuanto a su propaganda.
Segundo. Otro cambio que ha beneficiado al valor de la verdadera política es la vocación del PPC de aportar en cuanto a la convocatoria de diálogo que realzó el gobierno. Aunque muchos han criticado su actitud y hasta los han llamado oficialistas, no cabe duda que este trabajo sostenido de tender puentes (como el apoyo a Villarán) les traerá buenos resultados en el tiempo. Y no han salido perdiendo pues una de las condiciones que plantearon fue el de elevar el nivel y de minimizar los ataques.
Aunque es difícil creer que en algún momento esto sucederá con algunos operadores desde el gobierno, de hecho lo pensarán dos veces antes de irse contra el partido del octogenario “tucán”. La gente suele reconocer y aglutinar sus expectativas en cuanto a estos comportamientos y, aunque algunos radicales de ambos lados los critiquen las fichas movidas del PPC, están haciendo jugadas con inteligencia y mucha paciencia que varios réditos van a conseguir.
Tercero. Otro cambio, pero para peor, es lo que ha sucedido hace unos días con la aglutinación de medios (70% ha señalado el propietario y director de La República) a través de la compra de Epensa por parte del grupo de El Comercio. Aunque esta adquisición pueda estar amparada en la libertad de ambas familias, el manejo de publicidad y sus consecuencias con los contenidos en estos medios van a ser decisivos para empeorar sino banalizar aún más estas plataformas. Si es que no es para utilizarla eventualmente para sus intereses y posiciones políticas como medio de comunicación.
¡Qué se cuiden los caviares! y que feliz debe estar con esta compra, por ejemplo Alejandro Toledo o el mismo Fujimorismo y aunque ya se haya reconocido que finalmente un medio, un grupo o todo una plataforma finalmente no ganan elecciones, pero es verdad que la ensucian muchas veces durante todo el proceso, que lo direccionan hacia diversos intereses y que los cargos intermedios y estratégicos de ciertas agrupaciones deben contar con la bendición de estas corporaciones: qué duda cabe.
Cuarto. Un estudio de una Universidad de Chile, reveló que en ese país y en Argentina se habla el peor español de América Latina mientras que en el Perú se habla el mejor. El estudio agrega que los peruanos y españoles son los hispanohablantes que mejor se expresan, pues pronuncian bien y marcan todas las letras al hablar.
Sin duda el estudio no revela que somos el país con mayor variación del habla dentro de su mismo territorio y de acuerdo a la región donde nos encontremos. Al menos es un cambio en la percepción a diferencia de la que tenemos nosotros mismos de nuestros paisanos y que se expresa en la burla, la parodia y la humillación que nos hacemos sentir por la manera en la que hablamos.
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