Breve manual para que el gobierno regional y los gobiernos locales gestionen temas culturales de modo eficiente y exitoso

Se viene una etapa en la cual la cultura y las industrias culturales amazónicas van a tener no solo una atención preferencial, sino, posiblemente, empiecen a ser un interesante motor de desarrollo económico de la región. En estas circunstancias, resulta vital que nuestros funcionarios (presidente regional, los consejeros, los alcaldes, regidores y todos quienes están vinculados con las decisiones) tengan una idea clara sobre los ejes hacia dónde debe ir este coche. Aquí algunas breves ideas, para iniciar el camino:

  • Debe mostrarse voluntad política de parte de la autoridad por plantearse un plan sistemático, concreto e integral, sin favoritismos ni exclusiones.
  • Debe armar un equipo de trabajo sostenido, suficiente, con gestores y difusores que tengan experiencia, que tengan capacidad de trabajo y que no actúen de modo displicente o con apatía ante el rubro.
  • Fundamental crear un programa que abarque todas las áreas posibles de difusión. Esta suerte de hoja de ruta debe estar consensuada entre las instituciones públicas y los sectores privados interesados. Se debe convocar a todos y recibir los aportes de cada uno de ellos, sin excepción.
  • Crear un Consejo Consultivo permanente de temas culturales, turísticos, artísticos, históricos, pedagógicos, de identidad y memoria amazónica, formado por profesionales y conocedores, con capacidad de proponer ideas vinculantes y con legitimidad, que sean refrendados por los funcionarios políticos y administrativos respectivos.
  • Valorar los proyectos y planes culturales por su pertinencia, importancia, calidad, innovación, impacto social y económico o educativo. Armar un banco de ideas y actividades que tenga un perfil detallado y muy preciso, sustentable y real.
  • Armar un plan de sensibilización y fomento de la importancia del ámbito cultural entre funcionarios y empleados administrativos. Debe existir una sensibilidad manifiesta y no impuesta.
  • Se debe desagregar un calendario de trabajo que funcione con metas y plazos sectorizados. Si es posible, se lo debe aprobar un presupuesto anual  y debe ser ejecutado en actividades mensuales, no cada vez que se le ocurra a una autoridad o a una dependencia.
  • Importante resulta la planificación. Tenemos fiestas muy importantes a nivel regional en las cuales podemos ejercer un trabajo con meses de anticipación. Allí se debería crear un Patronato de Festividades. Además establecer algunas actividades culturales de fecha constante e inamovible que empiecen a ser parte de esta cronología (p.ej. Feria del Libro, Festival de Arte Urbano, Festival de Cine Amazónico, Muestra regional de teatro)
  • No debe quedar todo en la buena voluntad y el apoyo, sino también en armar una estrategia constante de márketing y difusión, por todos los canales de comunicación posible.
  • Se debe fomentar la creación de espacios físicos en las respectivas circunscripciones. Galerías, museos, cine-clubes, teatros, auditorios, parques temáticos para desarrollo de actividades, conchas acústicas. Se debe, además, mejorar la infraestructura y tecnología.
  • Se debe propender a crear presupuestos considerables (en el sentido de reales) para estas actividades. No se pueden considerar migajas o ninguneos. Es muy obvio que esta es una región con vocación cosmopolita, que vivirá  del turismo y la identidad. La cultura es su principal motor.
  • Además se debe armar un modelo de difusión que llegue con mayor fuerza e importancia a la población escolar y a los espacios universitarios y técnicos. Existe acá un déficit que debe ser llenado cuanto antes
  • Además, muy importante, armar un plan descentralizado, que también piense en las demás provincias y los demás distritos. No dejar que todo se concentre en Iquitos, en cuadras a la redonda de la Plaza de armas.