Malos Malotes
Uno de los rasgos del maniqueísmo peninsular y quizás mundial es hacer a los buenos buenísimos y a los malos malotes. Un ejemplo de ellos en este país maniqueo es YAHOO y los diarios deportivos españoles con Mourinho, siempre en las fotos salen agestado y con una mala leche que asusta. Y las noticias sobre él son casi todas malas [Guardiola se reirá a solas]. En cambio el cielo son para los otros, los lectores o lectoras ya lo deducirán. Con la manifestación independentista/separatista/secesionista pasa la misma situación. Se ha perdido la ponderación que reclama el buen periodismo. Muy escorado y con serio defecto de fábrica. En el día de la manifestación en Cataluña por el referéndum de la independencia [acto poco original, el cogerse de las manos ha sido copiado de los países bálticos y al mismo tiempo estaban muy lejos de los sueños de ML King] en Madrid un grupo de ultraderecha y con poco masato en la cabeza irrumpió en un acto político de catalanistas para gritar y lanzar vivas a la unidad española, algunos tapándose la cara. Fue un acto violento y condenable desde todo punto de vista. Por que en el ámbito político se convence no se acogota como hicieron estos grandullones con poco cerebro. Y todos los diarios dieron la vara con esa noticia y mostraba a los detenidos. Con grumos de exageración que empalagaba. Pero estos abusones no eran sólo en Madrid. En Cataluña también hubo manifestaciones violentas. Un grupo de radicales nacionalistas periféricos [así les llaman], igual que estos de la ultraderecha, tapándose la cara quemaron las banderas española, de la Unión Europea y de Francia, quemaron la foto del jefe de Estado español, y la noticia apenas salió en los noticieros, casi pidiendo permiso. No se detuvo a nadie [que malos investigadores son los de la policía autonómica en Cataluña que no lograron detener a ninguno y eso que tienen fama de violentos contra inmigrantes], es como si ese acto de fuerza bruta independentista pasara desapercibido y mirando al otro lado. Es decir, tenemos a los malos malotes y a los buenos buenísimos, los actos de unos es casi justificable y el de los otros condenables, que mal andamos.