*Mientras el Ejército abandona algunas propiedades, alquila otras y cobra por guardianía en una.
Lo que debería ser un lugar que propicie el turismo, se ha convertido en zona de nadie. Nos referimos al Malecón Tarapacá, donde pobladores irresponsables no muestran aprecio ni respeto a la cultura a nuestra región.
En esta zona se desprenden olores nauseabundos, porque es empleada como si fuera letrina pública y desconocidos tiran sus desperdicios sin importarles el cuidado a nuestro patrimonio y medio ambiente.
A lo largo de esta vía se puede observar que se cometen varias irregularidades a vista y paciencia de las autoridades, como el estacionamiento que propicia el Ejército en el frontis de sus instalaciones, al igual que en la Gerencia Regional de Educación.