Salgo al mediodía a caminar a pesar del frío helado. Es una caminata que ayuda a quitar el equipaje grasiento que llevamos dentro. Al volver, siento, en verdad, el peso del zurrón más ligero. Leo las primeras páginas de los diarios, que van de acuerdo a lo que ellos imaginan de la realidad, lo dijo en su momento el escritor, Salman Rushdie. El gobierno conservador de la ciudad de Madrid ha hecho una pésima gestión de la residencia de ancianos, en general, la gestión sanitaria es deficiente por su dogmatismo político poco práctico. Muchos ancianos y ancianas han fallecido en las residencias de ancianos ante la negligencia de quien gestiona esta comunidad. Este es el dato real. Sobre esta información, los diarios, de acuerdo, a como imaginan la realidad ha elaborado su discurso. La verdad es que los periodistas están compitiendo, con los y las novelistas, en esta monumental crisis sanitaria. Han elaborado y adulterado un relato y se lo creen. Los datos objetivos nos dicen de la gravedad de la situación sanitaria, pero los palafreneros y los gestores de la comunidad, a su rollo, pergeñando una realidad paralela. La ciudadanía gris está poco interesada. Estos políticos tienen que cumplir con el dogma (como los empeñados burócratas de los planes quinquenales del socialismo burocrático), no deben desviarse del guión sino les recuerdan el descarrío, lo peor de todo, es que las barrabasadas cometidas son en nombre de la libertad. Son muy tercos, como los fundamentalistas del socialismo estalinista o maoísta o de Sendero Luminoso en Perú. No se mueven ni un ápice del libro. La ideología les ha carcomido, a la realidad la miran de acuerdo a las lentes que se han puesto. Ante el vacío dejado por la oposición, la que existe no tiene suficiente eco en los medios de comunicación (los dueños o accionistas de los diarios son bancos y empresas) porque la ignoran olímpicamente, la presidenta de esta Comunidad se ha dedicado a dar guerra al gobierno central, importando poco la salud pública de la ciudadanía, ella enarbola la libertad de comercio en los bares y cantinas, con el beneplácito de la gente, le importan los muertos de la pandemia, son solo números. Ella a su juego, con la zalamería de los lambones de ciertos medios de comunicación. A todas luces, la persona que lidera la Comunidad, como gestora, rebosa de incompetencia, pero sigue empeñada en repetir sus errores ante el aplauso de los medios afines y de la mayoría de la ciudadanía que presume los rescoldos de la dictadura de hace más de cuarenta años. Sufrimos a diario esta mala novela.
P.D. Lo peor de todo, esta señora de las cañas, bares y de la muerte, puede ganar las elecciones de mayo. No solo Perú camina al abismo, como insinúa cierta lectura de la realidad.