A la versión de Jairo, padre del soldado Ariel López D’Angelo, se suma la de su madre Giovana quien también afirma que su hijo que sufrió maltrato físico y psicológico en el cuartel, y no se actuó con la celeridad del caso, lo que se evidencia en el informe del médico legista, que revela que no pasó nada grave.
En diálogo con Pro y Contra, la mujer ratificó que su hijo no sufría de alteraciones o trastornos mentales, como lo dio a conocer el Comandante General de la V División del Ejército, general de División Ricardo Bustamante Zúñiga, quien hasta reveló que padre e hijo tienen antecedentes conflictivos.
“Mi hijo estaba bien de salud y antes de irse al Ejército conversó conmigo. Estaba feliz de ir a servir a su Patria […] Nunca presentó problemas, de que no podía dormir o que tenía miedo. Era un chico tranquilo”, dijo.
Para Giovana D’Angelo, nada justifica que Ariel haya sido víctima de abuso, tal y como él mismo manifiesta, al señalar que fue agredido por un sub oficial, quien lo habría golpeado en la cabeza y en otras partes del cuerpo.
“El último día que comuniqué vía telefónica (con él) fue el 01 de enero, porque el vino después de Navidad y entró (al cuartel) antes de Año Nuevo. Hasta ahí, estaba bien”, añadió.
Su madre, contó además que Ariel estaba en sus cinco sentidos, pues cuando la visitó, le habló de sus deseos de hacer modificaciones y pintar el mismo la casa donde viven. Desde que perdió comunicación el él, pensó que estaba aislado por un “Estado de Emergencia”.
“Me enteré recién de su mal estado el 25 de enero, por la visita de una fiscal. Uno de sus compañeros me dio el número del sub oficial Cristian Torres, que estaba a cargo del batallón. Fuimos con su papá y lo vimos en un estado como adormecido, no hablaba y estaba delgado. Él (sub oficial) solo dijo que López estaba evolucionando, osea no sabemos cuánto tiempo lo tuvieron en este estado”, declaró.
“Luego el comandante me dijo que mi hijo se puso así, como loco, desde que llegó una notificación de la Fiscalía. Pero nunca lo hicieron atender, yo cada día veía a mi hijo peor, entraba y salía como un loquito. Ahí recurrí a los medios de comunicación”, manifestó.