Macabro asesinato a comerciante

– ¿Robo o venganza?

La comerciante fue asesinada a escasa horas de cumplir 62 años de vida. Nació un 26 de julio en Bagua. Su local era muy concurrido y la atención que brindaba a su clientela siempre fue con amabilidad. Fue uno de los primeros negocios en ese rubro en las inmediaciones de la plaza Sargento Lores.

La comerciante Blanca Ligia Ríos Rucoba (61) fue asesinada ayer domingo en horas de la mañana aparentemente por resistirse al robo de dinero de la venta diaria de su negocio, en la cuadra 9 de la calle Sargento Lores. Su esposo Eduardo Vela Ijuma (60) fue quien descubrió su cuerpo al llegar a su vivienda tras retornar de su fundo en la carretera Iquitos – Nauta.

Versiones recogidas tras las primeras investigaciones dan cuenta que serían cuatro los sujetos que victimaron a la comerciante, los mismos que llegaron en un motocarro azul sin placa de rodaje pero nada hizo sospechar de sus intenciones, debido a que era normal la presencia de personas en dicho bar

El cuerpo fue encontrado cerca de la cocina tras ser arrastrado desde la sala. Los asesinos la habrían victimado con golpes de puños que le desfiguró el rostro, además fue encontrada sin prendas íntimas y con la blusa levantada con el torso descubierto, por lo que se presume que fue ultrajada sexualmente pues  en la escena del crimen se encontró preservativos y sus prendas íntimas tiradas aun costado con clara evidencia de haber sido forzadas.

Esposo entró en crisis nerviosa

Fuentes policiales precisaron que el esposo Eduardo Vela Ijuma (60) dijo que descubrió el cuerpo de su esposa pasada las siete de la mañana al llegar a su vivienda, luego de retornar de su fundo en la carretera a Nauta. “Al llegar a casa pude ver la puerta entre abierta, eso fue muy extraño, pues mi esposa acostumbraba a atender a los clientes desde muy temprano. Al abrir la puerta descubrí la sangre en el piso y al llegar cerca de la cocina pude ver su cuerpo sin vida”, narró.

Cuatro serían los asesinos

Versiones recogidas tras las primeras investigaciones dan cuenta que serían cuatro los sujetos que victimaron a la comerciante, los mismos que llegaron en un motocarro azul sin placa de rodaje pero nada hizo sospechar de sus intenciones, debido a que era normal la presencia de personas en dicho negocio pues además llegan a comprar artículos de primera necesidad o tal vez algunas cervezas o gaseosas. Los testigos dijeron también que dos sujetos son altos, mientras que otros dos de estatura baja. Al cabo de varios minutos los asesinos salieron muy presurosos para huir en el vehículo con rumbo desconocido, pero resulta muy difícil poder reconocerlos, dijeron.

Las investigaciones policiales encontraron que la comerciante abrió el negocio muy temprano y que los ladrones la esperaron pacientemente, es por ello que como todos los días pudo sacar el teléfono público para luego coger la escoba y barrer la sala terminando en la vereda, sin embargo en el momento que ingresaba fue interceptada y reducida por los asesinos.

Por las características de la agresión, la víctima se defendió y resistió al robo y al ultraje, es por ello que la golpearon. Fuentes policiales al cierre de edición precisaron que aún no se puede determinar lo que exactamente se robaron o qué es lo que buscaron con tanta intensidad para dejar el lugar en desorden.

El reglaje era constante 

Si el móvil fue el robo los ladrones realizaron un constante reglaje a la comerciante para poder determinar el horario y rutina de trabajo que realizaba, pues es común ver todo tipo de gente sentado en las bancas de la plaza Sargento Lores frente a la vivienda de la víctima.

Trascendió que la noche anterior al crimen dos sujetos extraños, aprovechando la presencia de gran cantidad de gente que participaba de un mitin político, se sentaron en una de las bancas para mirar fijamente a la vivienda y se retiraron tras permanecer varias horas sentados en el lugar, lo que hace presumir que serían los asesinos y que su presencia era para finiquitar detalles del ataque. Una de las últimas hipótesis conocidas sobre el asesinato de la comerciante es un probable crimen pasional, ante varios vacíos encontrados en la investigación preliminar, por lo que la policía intensifica esfuerzos y recursos para esclarecer el crimen.

Nadie escuchó nada 

Algunos vecinos en la zona se mostraron sumamente contrariados por tan macabro hecho y muy escuetos dijeron que no lograron escuchar nada, ni siquiera algún grito de auxilio, menos lograron ver a alguien salir sospechosamente de la vivienda.

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Cronología de asesinatos

La ola de violencia y criminalidad en Iquitos es alarmante y preocupa sobremanera, sólo en siete meses se registraron cerca de diez homicidios en sus diferentes modalidades.

El primer día del año en el puerto Gómez, sector de Masusa, Jorge Luís Grández Putapaña (26) alias “chobón” murió con un certero golpe de piedra que le destrozó la cabeza en venganza por haber dado muerte a  Jhonatan Rojas Calampa (21) alias “Bebito”.

El 06 de enero al promediar las 7:30 de la noche murió baleado Manuel Eduardo Torres Sandoval (36) alias “Vago” mientras realizaba una llamada telefónica en la puerta de una cabina.

El 13 de enero, Jorge Constantino Flores Sarasi (59) encontró horrible muerte al ser castrado presuntamente por la menor Norka Goretty B.A (15) en complicidad de su conviviente Gauver Montero Reátegui (49), aparentemente por venganza.

El 19 de enero, Anderson Freitas Pinedo (31) acuchilló hasta dar muerte a su conviviente Ana Elisa Montes García (32) quien dejó de existir en el Hospital Apoyo Iquitos.(markito_33@hotmail.com)