Maijuna puede traducirse como ‘nosotros mismos’. ‘Mai’ alude a la noción de persona y ‘juna’ a grupo’, según la base de datos de Pueblos Indígenas del Ministerio de Cultura.

El área de conservación regional (ACR) les permitirá proteger 391,000 hectáreas de bosques, hábitats y ecosistemas que preservan la diversidad biológica y aseguran el manejo sostenible de sus recursos, así como la revitalización de su cultura.

Un ecosistema saludable es esencial para las poblaciones indígenas, muchas de las cuales han sufrido un tratamiento de esclavitud a manos de misioneros, barones ladrones, madereros, mineros, agricultores industriales y narcotraficantes. Los maijuna han logrado salvarse a sí mismos.

ALBERTO ÑIQUEN G.

Editor en La Mula. Antropólogo, periodista, melómano, viajero, culturoso, lector, curioso …

(redaccion.lamulaverde.pe)

La mañana del miércoles 17 de junio los líderes nativos maijuna-kichwa que habían llegado a Lima dos días antes tuvieron un especial despertar cuandoÁlvaro Durand, de la organización Naturaleza y Cultura, les dio la noticia de que por fin el presidente Ollanta Humala había firmado un decreto supremo por el cual se crea el área de conservación regional (ACR) Maijuna-Kichwa. Después de casi 10 años de lucha estos pueblos indígenas obtuvieron lo impensado de este gobierno, la conservación y manejo de sus tierras ancestrales, sus recursos y su cultura.

“No lo creíamos. A pesar de que habíamos llegado a la capital con la intención de quedarnos hasta lograr que se firmara el decreto, pensábamos que se iba a seguir dilatando, pues durante los dos últimos años el gobierno demoraba en hacerlo. Habíamos tocado la puerta una y otra vez, y en la PCM y en el Ministerio del Ambiente tampoco pasaban de las palabras, a veces buenas intenciones pero nada más. Cuando nos enteramos nos abrazamos y de inmediato llamamos a nuestros hermanos”, relata Romero Ríos Ushiñahuapresidente de la Federación de Comunidades Nativas Maijuna (Feconamai), a LaMula.pe.

El apu cuenta que muchas veces se sintieron decepcionados de las autoridades gubernamentales: “El año pasado le enviamos al presidente Ollanta Humala un memorial escrito a mano por los líderes maijunas, pero nunca nos respondió. Al igual que otros hermanos nativos, durante estos años nos hemos sentido utilizados [recordemos que en su discurso presidencial del 2013, el mandatario alabó la primera consulta previa –que fue precisamente con los maijuna-kichwa– y se refirió por primera y única vez al área de conservación regional] e ignorados».

Y añade,  mientras ultima los detalles para el regreso a su comunidad: «Ahora, llegamos a Lima, buscamos reunirnos con el presidente y nada; le decimos a la PCM que el 17 de junio presentaremos un recurso de amparo y ese mismo día se publica el decreto. No vamos a seguir pensando mal, ahora hay que celebrar, es un hecho histórico, el 17 de junio ha sido una fecha histórica para nuestro pueblo”.

Hombres trabajando

Los maijuna han estado trabajando todo este tiempo con el Gobierno Regional de Loreto y con la ONG Naturaleza y Cultura en nuevas actividades económicas como por ejemplo el manejo sostenible del aguaje y la creación de playas artificiales para las taricayas. Son un pueblo luchador y emprendedor y tienen muchos objetivos por delante.

“Luego del decreto, estamos abocados en hacer el plan de trabajo, dar el valor agregado por ejemplo a la palma del aguaje, estas palmas tienen sus frutos muy ricos y debemos conseguir un mercado nacional e internacional. Entonces vamos a proyectar a gran escala porque esto nos permitirá calidad de vida”, señala el apu.

También cuenta que hay planes con la llamada madera dura (shivico y palisangre, por ejemplo), tienen mucha y los madereros ilegales, a quienes ellos mismos combatieron (sin ayuda del Estado, porque nunca fue en su auxilio) no la pudieron extraer. “Nosotros hemos sido los guardianes y seguimos manteniendo nuestros bosques, nuestros árboles”, subraya.

Por su parte, Walter Lópezpresidente del Comité de Gestión del ACR Maijuna-Kichwa, indica que también planean desarrollar el turismo vivencial, para lo cual están en busca de socios estratégicos. Y es que alojarse en medio de esos lugares paradisíacos será un atractivo de peruanos y sobre todo turistas. “Queremos brindar casas pequeñas donde el turista pueda estar en las cochas, pescando, conviviendo con los animales, que tenemos a gran escala”, agrega.

Y continúa: “Tenemos más de 391,000 hectáreas, la mitad de ellas es aguajales,y en esto también se puede trabajar un proyecto de bono de carbono que va a ser un efecto multiplicador para esa zona –sin afectar el bosque– para poder beneficiarnos”.

Actualmente tienen mucha producción de plátano americano y, en menor escala, maíz, sobre todo para consumo familiar. Con el Gobierno Regional de Loreto están coordinando para plasmar proyectos que permitan elaborar harina de plátano y de yuca.

Principales carencias

El apu López demanda mayor atención en salud y educación. “En nuestra región es frecuente la malaria, sin embargo no contamos con verdaderos establecimientos de salud, no hay medicamentos para combatir la malaria. Hemos solicitado ayuda, pero la que nos dan es muy poca. Una sola técnica atiende a cientos, y si ella sale, por ejemplo, a Loreto y ocurre algo nadie puede atendernos. Por otro lado, tampoco tenemos maestros suficientes, los que tenemos son cinco y pertenecen a nuestras comunidades. Además falta capacitación, materiales, infraestructura. Lo que sí estamos haciendo es preservar nuestra lengua maijuna, en eso hemos avanzado, por nosotros mismos y con ayuda de la ONG Naturaleza y Cultura y del gobierno regional”, finaliza.

¿Lima los entiende?

“Mucha gente no sabe lo que ocurre fuera de la capital, sobre todo en la selva. ¿Qué significará para los de la capital nuestra lucha? Ellos no saben quiénes vivimos en la Amazonía. Nos ven como pueblos extraños, quizás ignorantes. Los pueblos indígenas tenemos un territorio, y en él han vivido nuestros antepasados. Tenemos derechos sobre nuestra tierras, tenemos derecho a vivir dignamente, tenemos derecho a vivir como cualquier peruano”, dice Ríos.

“Desde el 2008 hemos luchado fuertemente contra los madereros ilegales, casi sin ayuda, nosotros mismos, y nos ha costado muy caro. Hemos sido vigilantes día y noche, nos han costado amenazas de muertes, enfrentamientos. ¿Qué ha hecho el Estado?”, dice el apu Ríos.

«No somos diferentes de los limeños, tenemos los mismos derechos»

Mientras tú, amigo lector, lees estas líneas, los líderes nativos ya están en su bosque. Ya festejaron el contar con un área de conservación regional. Ahora están listos para emprender proyectos que les permitan más que subsistir y aunque suelen actuar solos –tal como lo dice su nombre– es hora de que el Estado peruano los valore como peruanos que son.