ESCRIBE: Jaime A. Vásquez Valcárcel
Luis Enrique Luna Paredes, periodista que por esos años trabajaba en la capital de la provincia de Ucayali, aún recuerda el día en que “los cunchis” pasaron por Contamana, rumbo a donde fundarían “Alto Monte Israel” en la provincia de Ramón Castilla. No formaba parte de la delegación de más de cuatro centenares de “israelitas” el maestro Ezequiel Ataucusi Gamonal allá por el año 1994. En Iquitos su paso no pasó desapercibido porque hicieron una parada en el puerto.
Cuando la campaña presidencial de 1990 tenía como favorito al novelista Mario Vargas Llosa, el entonces Presidente de la República Alan García Pérez buscaba cómo encontrar al líder que frenara la avalancha derechista. Encomendó, según contó años después el periodista Beto Ortiz, a Agustín Mantilla ir al encuentro de Ezequiel Ataucusi. El hombre de confianza de Alan comunicó a su líder que el iluminado del FREPAP está bien que tenga 5 por ciento de aceptación, pero de ninguna mamera se podía apoyar a un mesiánico. Luego encontraron a Alberto Fujimori. Pero esa es otra historia. Iniciado como grupo religioso que luego incursionó en la política era comprensible que los políticos se fijaran en ambos movimientos.
Cuando ya se instalaron en lo que ellos creen que es la Tierra Prometida el maestro Ezequiel llegaba por la zona. Lo hacía en un potente deslizador y, a veces, en avioneta. Dependiendo del clima. La presencia de los cunchis, así llamados por la barbita desperdigada que muchos de sus miembros tenían y que asemejaba a lo que tienen esos peces. Aunque no se descarta que el apelativo también es por una discriminación solapada ya que ese pez no es precisamente uno que sea de calidad elevada. Por esos años era frecuente ver al maestro Ezequiel caminando por Iquitos, ya sea en tránsito hacia Alto Monte o Lima. Poco a poco fueron ganando la tierra y ganando espacios. Aunque las acusaciones de deforestación y de un impacto social por lo que estudiosos llaman el poblamiento desmesurado de andinos en la Amazonía están hasta hoy a la orden del día.
Salomón Abensur, quien conversó en varias oportunidades con el maestro Ezequiel por esos años de formación de Alto Monte, acompañaba a su padre Joaquín a varias reuniones. La familia Abensur tenía el propósito de sembrar pijuayo en la zona que trabajaban los israelitas para que allí se instalara una planta procesadora de conserva de palmito. “Ahí conocí al maestro Ezequiel, al alcalde Trujillo Cazorla, a Luis Alberto Sánchez que fue consejero, a Hugo Cumandá que asesoraba directamente a Ezequiel”. Con la muerte de mi padre se enfrió el proyecto y no se pudo concretar nada, recuerda Salomón y como para certificar la cercanía con los israelistas dice “ellos guardaban sus embarcaciones en SANAM”. El proyecto de Abensur consideraba el uso de 15 hectáreas. Ante el alejamiento de la familia Abensur fueron los propios israelitas quienes impulsaron el proyecto que fue avalado por el Ministerio de Agricultura. Se sembraron 185 mil plantones en un área de 37 hectáreas. En 1999 se contemplaba sembrar 200 hectáreas con el impacto social y económico que ello representa. Todo ello gracias a esos “cunchis” que tienen jornadas de trabajo de 7 de la mañana a seis de la tarde. Sin dejar de lado lo religioso tenían claro que la intervención política era una consecuencia lógica ya que ellos llegaron a la zona después de la participación electoral del 1990.
Vale decir que los israelitas desde que decidieron establecerse en la provincia de Ramón Castilla estuvieron ligados a la vida política de la región. Ganaron varias alcaldías, la primera fue la del Yavarí y llegaron a tener consejeros regionales y hasta la Alcaldía provincial. Los escándalos aparecían también. Pero en la votación siempre ganaban. Actualmente tienen la administración de los distritos de Pevas y San Pablo y la provincia de Ramón Castilla. Para los loretanos no debería sorprender los votos que obtuvieron.
La tarde del domingo 26 de enero la encuestadora estrella de las bocas de urna y el conteo rápido, IPSOS Apoyo, fue inducida a un error nunca antes visto. Colocó en séptimo lugar al FREPAP en boca de urna. Un día antes, en el simulacro final también había colocado en ese mismo puesto con 6.2% a esta agrupación. Ya en el conteo rápido subió al segundo lugar y al final del conteo oficial tiene lo mismo puesto que lo convierte, como nunca antes, en la segunda fuerza política en el Parlamento.
La noche del domingo 26 de enero los periodistas de Iquitos buscábamos como locos a los candidatos del FREPAP, especialmente a Luz Cayguaray Gambini que se perfilaba como congresista electa por Loreto. Nunca se pudo conversar con ella porque se encontraba por Alto Monte y primero tenía que agradecer a los de su congregación y recién llegaría a Iquitos y dar cara a la prensa.
Jorge Carrillo, periodista de OJOPUBLICO que recibió el encargo de buscar y rebuscar sobre la vida de los candidatos me comenta que para iniciar su trabajo le pidieron una lista de candidatos con opción. Nadie tomó en cuenta, como en las demás regiones, a los del FREPAP. “No me fijé en algún candidato del FREPAP ni cuando comenzaron a caerse algunos postulantes, salvo Gustavo Chupión que fue sacado de carrerea que tenía el antecedente de haber postulado al Gobierno Regional de Loreto, no se conocía a ellos y no nos atrevimos ni siquiera a abrir sus hojas de vida”, me dice para explicar a la omisión. Añade que “todos los periodistas deberíamos hacer un análisis personal de por qué a veces no vemos más allá de lo que queremos ver o no nos zambullimos en la profundidad y solo pataleamos en la orilla, lo del FREPAP es una lección para todos”. Consultado sobre la explicación que da al éxito de esta agrupación, refiere que los electores somos inestables, ya no se puede hablar de electores o candidatos partidarios, se vota de acuerdo al estado de ánimo y los candidatos pueden cambiar de agrupación de acuerdo a la conveniencia, lo del FREPAP es la votación antipartidos tradicionales, pero también preocupa porque se vota por votar, sin conocer a la organización política religiosa, lo del FREPAP servirá para conocer lo que realmente son y si haberlos elegido sirvió o no para el país”.
Oraldo Reátegui, conductor del noticiero de LVS Digital, radio que pertenece a la Iglesia Católica en Iquitos, cuando el FREPAP se perfilaba como una fuerza parlamentaria dijo que le preocupaba y hasta temía lo que podía hacer desde el Congreso un grupo fundamentalista. Consultado, días después, aseguró que “la política pública desde pensamientos religiosos y fundamentalistas es un serio riesgo”. El mismo Oraldo dice que por otro lado está lo que les pasa a las organizaciones de Iglesia cuando entran a la política. “Ya ves cómo empiezan a pelearse internamente”.
Durante la exposición de ideas organizada por el JNE las candidatas del FREPAP se mostraron coherentes y seguras de sus propuestas. Aunque aquello de revisar las decisiones de la SUNEDU no gustó a varios, se podía notar la diferencia con los demás postulantes. Seguían, sin embargo, teniendo el perfil de marginales, condición que quizás contribuyó a que los electores jóvenes y también marginados votaran por el pescadito. Días antes de la fecha de la votación realizaron una caravana motorizada donde las furgonetas trasladaban a familias enteras que daban vivas a la agrupación. La gente que los veía pasar los miraba con la misma extrañeza de toda la vida. Esa misma extrañeza se notaría la noche del domingo cuando decidieron salir a celebrar los resultados. Gustavo Chupión, quien fue excluido por el JNE por un problema de inscripción, era uno de los más entusiastas. Días después confesaría que nunca dejó de trabajar para que el FREPAP gane la contienda y que pensaban colocar dos congresistas en Loreto. “Dios nos ha bendecido con la elección de la hermana Luz”, dijo. Aunque muchos dirán que ojalá Dios nos coja confesados, los frepapistas no son los primeros en valerse de la religión para obtener logros políticos y que están desde 1994 en tierras loretanas y, valgan verdades, han hecho por la tierra más de los que han nacido en esta tierra. Y no se molestan cuando los llaman cunchis, pues teniendo como símbolo el pescadito, saben que los insultos son para quienes pronuncian ese término que son los mismos que se sorprendieron de los resultados del domingo. Y seguro habrá más sorpresas.
ESCRIBE: Jaime A. Vásquez Valcárcel
Luis Enrique Luna Paredes, periodista que por esos años trabajaba en la capital de la provincia de Ucayali, aún recuerda el día en que “los cunchis” pasaron por Contamana, rumbo a donde fundarían “Alto Monte Israel” en la provincia de Ramón Castilla. No formaba parte de la delegación de más de cuatro centenares de “israelitas” el maestro Ezequiel Ataucusi Gamonal allá por el año 1994. En Iquitos su paso no pasó desapercibido porque hicieron una parada en el puerto.
Cuando la campaña presidencial de 1990 tenía como favorito al novelista Mario Vargas Llosa, el entonces Presidente de la República Alan García Pérez buscaba cómo encontrar al líder que frenara la avalancha derechista. Encomendó, según contó años después el periodista Beto Ortiz, a Agustín Mantilla ir al encuentro de Ezequiel Ataucusi. El hombre de confianza de Alan comunicó a su líder que el iluminado del FREPAP está bien que tenga 5 por ciento de aceptación, pero de ninguna mamera se podía apoyar a un mesiánico. Luego encontraron a Alberto Fujimori. Pero esa es otra historia. Iniciado como grupo religioso que luego incursionó en la política era comprensible que los políticos se fijaran en ambos movimientos.
Cuando ya se instalaron en lo que ellos creen que es la Tierra Prometida el maestro Ezequiel llegaba por la zona. Lo hacía en un potente deslizador y, a veces, en avioneta. Dependiendo del clima. La presencia de los cunchis, así llamados por la barbita desperdigada que muchos de sus miembros tenían y que asemejaba a lo que tienen esos peces. Aunque no se descarta que el apelativo también es por una discriminación solapada ya que ese pez no es precisamente uno que sea de calidad elevada. Por esos años era frecuente ver al maestro Ezequiel caminando por Iquitos, ya sea en tránsito hacia Alto Monte o Lima. Poco a poco fueron ganando la tierra y ganando espacios. Aunque las acusaciones de deforestación y de un impacto social por lo que estudiosos llaman el poblamiento desmesurado de andinos en la Amazonía están hasta hoy a la orden del día.
Salomón Abensur, quien conversó en varias oportunidades con el maestro Ezequiel por esos años de formación de Alto Monte, acompañaba a su padre Joaquín a varias reuniones. La familia Abensur tenía el propósito de sembrar pijuayo en la zona que trabajaban los israelitas para que allí se instalara una planta procesadora de conserva de palmito. “Ahí conocí al maestro Ezequiel, al alcalde Trujillo Cazorla, a Luis Alberto Sánchez que fue consejero, a Hugo Cumandá que asesoraba directamente a Ezequiel”. Con la muerte de mi padre se enfrió el proyecto y no se pudo concretar nada, recuerda Salomón y como para certificar la cercanía con los israelistas dice “ellos guardaban sus embarcaciones en SANAM”. El proyecto de Abensur consideraba el uso de 15 hectáreas. Ante el alejamiento de la familia Abensur fueron los propios israelitas quienes impulsaron el proyecto que fue avalado por el Ministerio de Agricultura. Se sembraron 185 mil plantones en un área de 37 hectáreas. En 1999 se contemplaba sembrar 200 hectáreas con el impacto social y económico que ello representa. Todo ello gracias a esos “cunchis” que tienen jornadas de trabajo de 7 de la mañana a seis de la tarde. Sin dejar de lado lo religioso tenían claro que la intervención política era una consecuencia lógica ya que ellos llegaron a la zona después de la participación electoral del 1990.
Vale decir que los israelitas desde que decidieron establecerse en la provincia de Ramón Castilla estuvieron ligados a la vida política de la región. Ganaron varias alcaldías, la primera fue la del Yavarí y llegaron a tener consejeros regionales y hasta la Alcaldía provincial. Los escándalos aparecían también. Pero en la votación siempre ganaban. Actualmente tienen la administración de los distritos de Pevas y San Pablo y la provincia de Ramón Castilla. Para los loretanos no debería sorprender los votos que obtuvieron.
La tarde del domingo 26 de enero la encuestadora estrella de las bocas de urna y el conteo rápido, IPSOS Apoyo, fue inducida a un error nunca antes visto. Colocó en séptimo lugar al FREPAP en boca de urna. Un día antes, en el simulacro final también había colocado en ese mismo puesto con 6.2% a esta agrupación. Ya en el conteo rápido subió al segundo lugar y al final del conteo oficial tiene lo mismo puesto que lo convierte, como nunca antes, en la segunda fuerza política en el Parlamento.
La noche del domingo 26 de enero los periodistas de Iquitos buscábamos como locos a los candidatos del FREPAP, especialmente a Luz Cayguaray Gambini que se perfilaba como congresista electa por Loreto. Nunca se pudo conversar con ella porque se encontraba por Alto Monte y primero tenía que agradecer a los de su congregación y recién llegaría a Iquitos y dar cara a la prensa.
Jorge Carrillo, periodista de OJOPUBLICO que recibió el encargo de buscar y rebuscar sobre la vida de los candidatos me comenta que para iniciar su trabajo le pidieron una lista de candidatos con opción. Nadie tomó en cuenta, como en las demás regiones, a los del FREPAP. “No me fijé en algún candidato del FREPAP ni cuando comenzaron a caerse algunos postulantes, salvo Gustavo Chupión que fue sacado de carrerea que tenía el antecedente de haber postulado al Gobierno Regional de Loreto, no se conocía a ellos y no nos atrevimos ni siquiera a abrir sus hojas de vida”, me dice para explicar a la omisión. Añade que “todos los periodistas deberíamos hacer un análisis personal de por qué a veces no vemos más allá de lo que queremos ver o no nos zambullimos en la profundidad y solo pataleamos en la orilla, lo del FREPAP es una lección para todos”. Consultado sobre la explicación que da al éxito de esta agrupación, refiere que los electores somos inestables, ya no se puede hablar de electores o candidatos partidarios, se vota de acuerdo al estado de ánimo y los candidatos pueden cambiar de agrupación de acuerdo a la conveniencia, lo del FREPAP es la votación antipartidos tradicionales, pero también preocupa porque se vota por votar, sin conocer a la organización política religiosa, lo del FREPAP servirá para conocer lo que realmente son y si haberlos elegido sirvió o no para el país”.
Oraldo Reátegui, conductor del noticiero de LVS Digital, radio que pertenece a la Iglesia Católica en Iquitos, cuando el FREPAP se perfilaba como una fuerza parlamentaria dijo que le preocupaba y hasta temía lo que podía hacer desde el Congreso un grupo fundamentalista. Consultado, días después, aseguró que “la política pública desde pensamientos religiosos y fundamentalistas es un serio riesgo”. El mismo Oraldo dice que por otro lado está lo que les pasa a las organizaciones de Iglesia cuando entran a la política. “Ya ves cómo empiezan a pelearse internamente”.
Durante la exposición de ideas organizada por el JNE las candidatas del FREPAP se mostraron coherentes y seguras de sus propuestas. Aunque aquello de revisar las decisiones de la SUNEDU no gustó a varios, se podía notar la diferencia con los demás postulantes. Seguían, sin embargo, teniendo el perfil de marginales, condición que quizás contribuyó a que los electores jóvenes y también marginados votaran por el pescadito. Días antes de la fecha de la votación realizaron una caravana motorizada donde las furgonetas trasladaban a familias enteras que daban vivas a la agrupación. La gente que los veía pasar los miraba con la misma extrañeza de toda la vida. Esa misma extrañeza se notaría la noche del domingo cuando decidieron salir a celebrar los resultados. Gustavo Chupión, quien fue excluido por el JNE por un problema de inscripción, era uno de los más entusiastas. Días después confesaría que nunca dejó de trabajar para que el FREPAP gane la contienda y que pensaban colocar dos congresistas en Loreto. “Dios nos ha bendecido con la elección de la hermana Luz”, dijo. Aunque muchos dirán que ojalá Dios nos coja confesados, los frepapistas no son los primeros en valerse de la religión para obtener logros políticos y que están desde 1994 en tierras loretanas y, valgan verdades, han hecho por la tierra más de los que han nacido en esta tierra. Y no se molestan cuando los llaman cunchis, pues teniendo como símbolo el pescadito, saben que los insultos son para quienes pronuncian ese término que son los mismos que se sorprendieron de los resultados del domingo. Y seguro habrá más sorpresas.