Entre la indiferencia de todos

Los bomberos de Iquitos y sus luchas internas

Escribe: Rubén Meza Santillán

cushabataya@yahoo.com

Bomberos siguen adoleciendo de buenas unidades y de implementación adecuada

Días de incendio… Noches de sobresalto ante una emergencia, el ulular de la sirena rompe el silencio y despierta el temor en la población que, pese a este sentimiento, no termina de comprender el importante rol de los hombres y mujeres de rojo. Sí rojo, aunque desteñido pero rojo, total sus trajes tienen tantos años como sus problemas mismos. Pero a ellos no les gana el desánimo, cómo creen que las quejas de la gente, esos reclamos eternos cada vez que sus mangueras en pleno incendio se mueren de sed, les puede bajar la moral. Ellos están curtidos a puro fuego, son valientes y no cojudos, porque cojudos somos todos los que les damos la espalda, como nuestras autoridades que creen que sus ayuda de gota en gota llenará la cisterna de sus urgentes necesidades.

Ahora que estamos atravesando una racha de incendios en diferentes puntos y por diferentes causas en nuestra ciudad, están poniendo horas extras a su voluntariado solidario en pro de la comunidad. Pero también sirve para visibilizar su eterna crisis.

“Marea de fuego” es una película sobre bomberos e incendios, una relación de siempre, que ha servido de argumento para mostrarnos el trabajo titánico que realizan estos seres humanos en los Estados Unidos. Claro, ahí ganan un sueldo y esa es definitivamente una ventaja, pero para los nuestros que son voluntarios, debería ser motivo de mayor reconocimiento, porque sin estar obligados a nada, se enrolan a la compañía y en busca de la mejor recompensa, la satisfacción de servir a los demás, incluso hasta el punto de poner en riesgo sus propia vida.

El agua es fundamental para que los bomberos apaguen un incendio

Ahora que estamos atravesando una racha de incendios en diferentes puntos y por diferentes causas en nuestra ciudad, están poniendo horas extras a su voluntariado solidario en pro de la comunidad. Pero también sirve para visibilizar su eterna crisis. Para que, cual corso de la frustración, desfilen por las calles sus unidades trajinadas por más de 40 años. Para que sus mangueras ante el fuego, se acobarden cual serpientes. Para que con santa paciencia esperen la voluntad de una burocracia que les hace esperar por agua, porque no llega el chofer de la cisterna. “Toda esta dramática y vergonzosa situación es el combustible para que en el interior de la Comandancia General se origine las desavenencias entre los jefes, muchos de los cuales habrían sido absorbidos por intereses políticos, haciéndoles perder el sentido de su responsabilidad. Autoridades mediocres, que en vez de apoyarnos buscan dividirnos”, nos confesó un jefe de compañía, que por razones obvias nos pide guardar en reserva su nombre.

Mientras se registraba el incendio en la empresa automotriz el sábado último, todos se preguntaban y dónde está la cisterna de los bomberos. Y ayer por la mañana en el siniestro de la segunda cuadra de San Martín, los vecinos echaban de menos la famosa y promocionada bomba adquirida por el GOREL y no funcionaba. Ahí el Director Regional de Defensa Nacional del Gobierno Regional de Loreto, Robert Falcón, indicó que desde el jueves ya está en el muelle la cisterna y la ambulancia, pero que aún no se cumple con cancelar el costo del flete para el desembarque respectivo de ambas unidades. Una situación que grafica en toda su magnitud la situación de nuestros bomberos.