Norma Guerra, más de 30 años dedicados a la cocina:
LOS ANTICUCHOS DE “LA TÍA PUÑETE”
Escribe: Randy Wagner Ríos Gutiérrez – randyriosg@gmail.com
Es poco probable que exista algún parrandero que no ha aprobado aún de los asados de Norma Luz Guerra Ocampo, más conocida como la “Tía Puñete”. Abriéndose campo desde los primeros años de la década del 80 con el fenecido grupo PAX, esta chambeadora loretana realizó el sueño del restaurante propio y pronto sacará su anticuchería rodante.
“Tía Puñete” tiene dos hijos que se hicieron profesionales gracias a ella. Actualmente se siente contenta porque sus hijos le dieron un total de 5 nietos a quienes, como ella dice, adora con todo su corazón.
¿Cuánto tiempo se ha dedicado a la cocina?
Llevo más de 30 años dedicados a la cocina, este negocio me permitió criar a mis dos hijos y convertirlos en profesionales.
¿Se puede conocer tu edad?
Claro, ya voy a tener 60 años pero soy como el polystel, me mantengo joven a pesar de los años (Risas).
¿Dónde te iniciaste?
En las fiestas con el grupo PAX, ahí me iba a vender mis parrillas, anticuchos, arroz con pollo y otras cositas pero ahora solo hago asados.
¿Cuánto tiempo tiene su restaurante?
Mi restaurante fue mi gran sueño y ahora lo tengo, son tres años que llevo con mi restaurante y muy pronto sacaré la anticuchería rodante “La Tía Puñete”.
¿Por qué el sobrenombre de “La Tía Puñete”?
Hace años cuando vendía en PAX me iba con mis dos hermanas, ahí nos pusieron la chapa de las hermanas puñetes, luego ya me quedé yo con la chapa que nos había puesto Carlos Ruíz porque siempre hemos sido gorditas.
¿Fuiste madre soltera?
Así es, yo fui una madre soltera más, me separé de mi marido porque era muy mujeriego, no me servía de nada ese hombre.
¿Cuál es el secreto de tu sazón?
Yo hecho polvito del Orinoco que tú no sabes ni yo tampoco (risas). Para tener esta sazón yo me fui hasta Lima, aprendí de una morena que le decían la tía Julia ella me enseñó todo lo que sé.
¿Qué les dirías a las madres solteras?
Tienen que seguir luchando porque nada es difícil, el hombre y la mujer tienen las mismas posibilidades de triunfar, solo es cuestión de querer hacer las cosas.