¿Para qué se reúnen 25 periodistas con el Fiscal de la Nación en la casa de Camayo? Gonzalo Chavarry ha dicho que lo hacía porque quería informar sobre su Plan de Trabajo y más o menos el camino que iba a asumir cuando asumiría el más alto cargo en el Ministerio Público. Ósea una especie de asesoría en mancha y justo en la casa de un empresario que, en el medio capitalino, se le conocía por sus nexos nada claros con el fujimorismo. Incluso si esto fuera cierto es una clara interferencia de su independencia.
Era evidente que en este grupo no estaban cualquier periodista. ¿O acaso pensaban que iban a llamar a periodistas de provincias o aquellos que no tenían mayor incidencia o que no podrían cumplir con el objetivo que perseguía que era, a todas luces, traerse abajo a sus contrarios ya sea al interior de la fiscalía sino en el Congreso de la República y el propio gobierno que no lo miraba con buenos ojos?
Eran seguramente 25 sabelotodos, todo poderosos, intocables, totems. Lo sorprendente de todo esto era que hasta ahora parece ser un secreto los nombres y los medios a los que representaban porque, hay que decirlo claramente, estos periodistas eran convocados seguramente con cena y francachela porque al interior de sus medios tenían una preponderancia o peso específico que generaba opinión y arrastraba posiciones de políticos y actores sociales. Y todo esto a sabiendas de propietarios.
El tema aquí, y por el cuál habría que tener precisión y claridad. ¿Cuál era su ganancia más allá de “luchar por la verdad” o “contra la corrupción”? que seguramente era la excusa a manera de dulce que van a decir algunos periodistas llevaban a esta reunión. En ese sentido no era casualidad que “Toñito” Camayo los convocara, porque en medio de esta teatralización de luchar por principios y valores estaba la contraparte: la publicidad de una empresa ahora cuestionada. Era evidente que el Ministerio Público así, sin mayor criterio, disponga de recursos para poner publicidad abiertamente en estos medios a los que representaban los 25 del looby.
Y si esto sucedió luego de la reunión era evidente que estos periodistas en algún sentido se iban a cobrar este favor de hacer spechh o coaching, palabras que utilizan ahora ciertos colegas para esconder sus verdaderas intenciones. Y esa contraparte podría configurar la otra parte de la red que nadie quiere mencionar pero que es necesaria para configurar el círculo de la corrupción, el respaldo que requieren los políticos y las autoridades corruptas para consolidarse en el poder que adquieren.