Escribe: Tato Barcia

La madrugada de ayer se volvió a registrar un sismo en la región Loreto. Esta vez fue de magnitud 4,8 de intensidad y el epicentro de este movimiento telúrico se ubicó a 32 kilómetros al norte del distrito de Pastaza, provincia de Alto Amazonas y a 149 kilómetros de profundidad. Todavía está fresca en nuestra memoria que el domingo 26 de Mayo (2 horas 41 minutos), nos sorprendió un fuerte sismo de magnitud 7.5 de intensidad, cuyo epicentro del movimiento telúrico se ubicó a la Latitud: -5.70, Longitud: -75.27; a 70 km al SE de Lagunas, provincia de “Alto Amazonas” – “Región Loreto”, a más de 141 kilómetros de profundidad. ¿COINCIDENCIAS?, veamos de qué se trata. Estas no fueron la primera ni la última vez que nuestra selva peruana es escenario de fuertes sismos, solo basta con recordar los que se registraron en la región San Martín en 1990 y 1991, que dejó 413 y 54 muertos respectivamente. Que tuvo como epicentro a las ciudades de Rioja, Moyobamba, Chachapoyas, Jaén y Bagua. El ocurrido en la ciudad de Lamas el 25 de setiembre del 2005, un terremoto de magnitud 7,5 que dejó 10 muertos y finalmente el fuerte terremoto del 24 de agosto del 2011 de magnitud 7,0; y que tuvo como epicentro a 44 kilómetros al sureste de Contamana a una profundidad de 145,1 kilómetros y dejó 3 muertos y 70 heridos en Pucallpa. Si se percataron, todos estos sismos ocurrieron en zonas de ceja de selva o también llamada Selva Alta.

Pero vamos por partes y cucharadas. Aunque el Perú se encuentra ubicado en una de las regiones de mayor actividad sísmica en el mundo y, por ello, estará siempre expuesto a ser afectado por sismos de diferente magnitud y niveles de sacudimiento del suelo, las zonas de mayor riesgo son todo el litoral de la costa, gran parte de la sierra y en la Amazonía destaca solamente la zona subandina entre las ciudades de Moyobamba y Satipo. ES DECIR, ES POCO PROBABLE QUE SE PRODUZCA UN MOVIMIENTO TELURICO EN SELVA BAJA. Es decir estamos hablando de 5 de la 8 provincias de nuestra región (Requena, Nauta, Maynas, Ramón Castilla y el Putumayo). Las provincias de Alto Amazonas, Daten del Marañon y Ucayali (Contamana), por ubicarse en ceja de selva si están sujetas a movimientos telúricos.

Según el Instituto Geofísico del Perú, las 5 provincias antes referidas de la región Loreto se encuentran ubicadas en la zona de menor riesgo “Sismicidad muy baja”. En esta categoría se consideran a las regiones donde «NO» se han sentido sismos de intensidad mayor a IV en la escala de «Richter». luego tenemos una categoría de «Sismicidad Baja» (Amazonas, Apurímac, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Junín, Madre de Dios, Pasco). Seguidamente esta la categoría de «Sismicidad Media» (Tumbes, Piura, Moquegua, Tacna, Lambayeque, La Libertad y San Martín), y finalmente está la de mayor riesgo. Categoría de «Sismicidad Alta» (Callao, Lima, Ica, Áncash y Arequipa), ante la ocurrencia de estos sismos de manera reiterada últimamente en los últimos meses en las cercanías de la ciudad de Iquitos. Una falla geológica sería la causa de estos inusuales sismos que se vienen registrando, por ejemplo la madrugada de ayer, en la provincia de “Alto Amazonas”, departamento donde son poco comunes los movimientos telúricos. Por ello haría bien el «Instituto Geofísico del Perú» en replantearse la categoría de riesgo asignada a nuestra región.

Estos dos últimos e inusuales movimientos sísmicos registrados en lo que va de este año y que tuvo como epicentro la provincia de “Alto Amazonas”, se debería al «calentamiento global», que incrementó el deshielo de la cordillera de los andes cuyas aguas desembocan en nuestra región. Esto aunado al inicio de temporadas de lluvias, originó la presencia de deslizamientos y licuación de suelos produciendo fuertes incrementos de los niveles del manto freático. Y los suelos de esta zona en particular pasaron de un estado sólido a líquido, o adquirieron la consistencia de un líquido pesado.

Debemos considerar que los sismos que ocurren en la costa son generalmente superficiales y SU RANGO DE PERCEPCIÓN NO ES MUY GRANDE. PERO SU CAPACIDAD DESTRUCTIVA SI ES MUY GRANDE (como el ocurrido en la ciudad de Pisco del año 2007). EN EL SISMO OCURRIDO AYER EN LA FRONTERA CON EL ECUADOR, OCURRIÓ TODO LO CONTRARIO (percepción alta en relación a su capacidad destructiva). Es decir los sismos que ocurren frente a las costas y el mar Peruano, usualmente tienen un epicentro a una profundidad baja (entre 25 y 30 kilómetros), por eso son muy destructivos y de una magnitud alta. Conforme los sismos van avanzando hacia la parte de la sierra, de la selva de nuestro país, la placa es más profunda. De manera que este caso de “Alto Amazonas”; estamos hablando de sismos cuyo epicentro está a mayor profundidad, entre 60-150 [kilómetros], y en la selva baja llegan a superar los 200 km.

Otro aspecto a tener en cuenta es que los sismos producen 2 tipos de ondas, las “Ondas P” (primarias); que son las que viajan en el mismo sentido de la onda expansiva y por ende a mayor velocidad y son las primeras en percibirse. Después tenemos las “Ondas S” (secundarias); que son las que viajan a menor velocidad, ya que su movimiento es trasversal a la onda expansiva. Siendo estas últimas las más destructivas; en la costa, sierra y ceja de selva ambas ondas se propagan con total fluidez al tratarse de suelos prácticamente “isotrópicos” (presentan siempre el mismo comportamiento independientemente de la dirección de la onda sísmica). Lo que no sucede con los suelos blandos de la selva baja llamados “anisotrópicos” (difieren su comportamiento y dirección, con respecto a la onda sísmica), en este último tipo de suelo las ondas primarias fluyen normalmente pero con menor velocidad de propagación; en cambio las “Ondas S” se disipan al encontrar un medio “NO” continuo y poco homogéneo de propagación, debido a la alta presencia de agua y aire.

En otras palabras nuestros grandes y caudalosos ríos amazónicos forman una barrera natural protectora ante las “Ondas S”, que como ya mencioné son las más destructivas; esto ahumado a que los sismos en selva baja suelen originarse a gran profundidad, lo que aminora su poder de destrucción pero amplía su onda sísmica, que en ocasiones puede percibirse a miles de kilómetros de distancia. Así que loretanos a dormir tranquilos. Pero no estaría mal tener un ojo abierto, por sea caso.