Líneas rojas
La corrupción enloda a las instituciones. Y a su paso desnorta a la ciudadanía. Se ha perdido la brújula. La calidad de la democracia pasa por el funcionamiento de éstas con el respeto a la legalidad y la ejemplaridad pública de los que los conducen. En España el Presidente del Tribunal Constitucional figura como donante de un partido político, y con mucho morro [concha en peruano] se queda en el puesto tan pancho, conmigo no es la cosa. Se pide entre los requisitos a este puesto que esté desvinculado de los partidos políticos pero, hala él hizo caso omiso. Sigue en el puesto dando excusas peregrinas como el presidente de Gobierno, no explica nada a pesar que cada día pierde crédito de cara a sus votantes y la ciudadanía en general; alguien gritaba: ¡Mariano quédate! Con ironía porque callando flaco favor hacía a su partido y por qué no a la “democracia seria” como suele referirse. En Perú el parlamento desde un principio manejó mal los tiempos `y sin plan B] con la elección a los puestos del Tribunal Constitucional, BCR y Defensoría del Pueblo [muy a la peruana aunque también puede ser de otras nacionalidades, dejarlo todo a última hora], tan mal que al final, dijeron “repartija” frotándose las manos y salivando frente al pastel que reposaba en la mesa, un reparto que provoca náuseas y rechazo, eso no se llama negociación, amén de la opacidad de esta. Lo interesante que ante temas tan sensibles los políticos y políticas de un lado a otro del charco se pasan por el forro la opinión ciudadana, no interesa ¿eso no es gobernar de espalda al pueblo? Van a contracorriente del sentido común, de la prudencia [que tanto alegaba Aristóteles]. Este bochornoso incidente ha servido para dar alas al candidato García Pérez que entonando frases melodramáticas y teatrales señalaba que no ha sido el mejor día para la democracia para el país. Que lo diga él me parece triste, él que nos ha metido tantos autogoles que ya paramos de contar. ¿Acaso no se dan cuenta que la traspasaron las líneas rojas? Por favor, una alcuza para ver mejor.
