ESCRIBE: Jaime A. Vásquez Valcárcel
Linda Ángulo Bartra no es la mejor directora de la DREL de los últimos años. Tampoco la peor. Sólo que la tocó bailar con la más fea y, capear, un prolongado temporal creado por su propia gestión y la de años anteriores. Por eso será que tanto el SUTEP como varias organizaciones políticas y el moribundo Frente Patriótico de Loreto (que a veces es peor que el SUTEP en todo el sentido de la palabra) no han logrado que se vaya del cargo. Ni siquiera ese grupo de maestros que se puso al frente de la sede de la DREL impidiendo cualquier trámite administrativo que perjudicaba a sus propios colegas, menos esos sutepistas despistados de la provincia de El Putumayo lograron que se vaya del cargo.
Si la salida de Linda Ángulo implicaría que la administración del sector mejore, todos tendríamos que pedir su cambio. Ya sabemos que en los últimos años el problema de la DREL y el desorden de las UGELes no es únicamente responsabilidad de personas sino de un sistema en donde el SUTEP tendría mucho que explicar.
En un momento crítico de la falta de pago a los maestros de Maynas todos quisieron llevar agua para su molino. Hasta el Partido Aprista Peruano creyó encontrar en esa crisis una oportunidad para empezar su campaña electoral. Sólo que cometió el mismo error de los demás: pedía que el Ministerio de Educación intervenga la DREL, olvidándose que dicho partido ha sido el principal impulsor de un proceso de descentralización que, por lo menos, otorga a las regiones la oportunidad de solucionar sus problemas. Y la falta de pago a los maestros es una muestra de lo que precisamente debemos exigir a la burocracia centralista de Lima: que solucionemos los problemas juntos, pero sin sometimientos de mentalidades coloniales que, lamentablemente, están en Lima y en Iquitos.
Otro tema raro en todo el problema de la DREL -y que seguro será materia de otro artículo- es la desaparición de los “especialistas” en educación que tiene la gestión de Elisban Ochoa Sosa. Ocupados en otros menesteres han dejado sola a Linda olvidando que si alguna vez Mi Loreto tuvo Comando Magisterial esta era la oportunidad de mostrarse no sólo disfrutando del poder sino defendiendo sus propuestas y personajes. Quizás creen que es un problema de Linda Ángulo o, y eso es lo peor, no quieren defender a unos profesores, como la directora y el gobernador, que los mantienen en esos cargos. Y no es que en el tema de pagos la gestión Linda/Elisban carezca de argumentos para defenderse. Sucede que quienes deberían hacerlo creen que con el PER mal elaborado van a quedar bien con un sector del magisterio. Igual crítica podría hacerse a las que desde diversos frentes siempre defienden los atropellos contra las mujeres que ocupan cargos públicos y que se han quedado mudas ante las protestas en el domicilio de Linda Ángulo. Ir a la casa de una autoridad a gritar tiene que ser repudiado desde cualquier ángulo. Si mañana algunos profesores cansados de los préstamos leoninos de la Derrama Magisterial van a la casa de sus directivos en Iquitos igual protestaríamos. Nadie tiene derecho a perturbar la tranquilidad del hogar, aunque algunos maestros parece que esa lección no la tienen clara.
Al escribir éstas líneas ya es un hecho que los sutepistas, tanto de Iquitos como de El Putumayo, no han logrado su propósito. Los que impedían el ingreso a las oficinas de la DREL se han retirado en silencio por lo descabellada de sus “exigencias”. Está bien todo eso. No hacerlos caso habrá servido para que las autoridades sepan que esos sindicalistas más son bulla que fortaleza y, también, para que esas mismas autoridades comprueben que hay decenas de “profesionales” en la gestión que defienden “sus fueros” como si fueran parcelas cuando lo sensato es defender una gestión en la que dicen creer.
Linda en las últimas semanas ha bailado con la más fea. Ojalá que en las siguientes semanas logre que el tema presupuestal se solucione de manera integral en coordinación con MINEDU y MEF. Si decide irse del cargo que sea por su voluntad y no la de unos dirigentes sindicales que han hecho del SUTEP una evidencia de sus mediocridades. Igual situación es la del director de la UGEL El Putumayo, José Manuel Vásquez. Ambos, no haciendo caso a las presiones retrógradas de los sutepistas, están cumpliendo con su deber. Como están incumpliendo su deber aquellos asesores y/o funcionarios en temas educativos que tiene el profesor Ochoa y que son tan bulliciosos en defender sus proyectos y no tienen problemas en quedarse callados cuando la calle está que quema.