Lejos del progreso

La Amazonía (e Iquitos) lejos del progreso

Una reciente investigación publicada en la revista Perú Económico, del Grupo Apoyo, indagó por las ciudades del Perú con mayor y mejor calidad de vida en general. Vista la calidad de vida no solo por los ingresos económicos per cápita, sino por ocho variables analizadas por el estudio: estabilidad política, desarrollo económico, actividad empresarial, medio ambiente, calidad de la infraestructura y conectividad, así como la seguridad ciudadana y el grado de modernidad de la provincia.

Como es usual, Lima, la capital de un país de por sí centralista, es la ciudad que más altos índices de desarrollo mantiene en este ranking.  También se consolida la presencia de Arequipa como 1° ciudad regional y 2° en la lista nacional. Solo en las últimas inversiones realizadas en ella, además de su conocida cultura urbanística y ordenada, los arequipeños recibieron más de 125 millones de dólares. Trujillo mantiene el 3° lugar, a punta de un dinamismo comercial y grandes obras que se han realizado en los últimos tiempos, aun cuando la delincuencia es un problema real que siempre está al acecho.

Lo interesante es ver las ciudades que vienen después. Y las sorpresas del top ten son tres: Ilo (4° lugar) Tacna (6° lugar) y Huancayo (9° lugar), que han  ido alcanzado un interesante espacio de calidad de vida para sus poblaciones. A estas se adicionan Chiclayo (5° lugar), Cusco (7° lugar), Ica (8° lugar) y Piura, respectivamente (10° lugar).

El dato vital, importante para este análisis, es la ausencia de ciudades dela Amazoníaperuana entre las ciudades más importantes en este ranking. Recién el en puesto 14 se ubica Puerto Maldonado. Tarapoto figura en el puesto número 15. Iquitos recién aparece en el puesto 20. Pucallpa se coloca en el puesto 22 y Bagua en el puesto 23.

Entre las limitaciones que dificultan un mayor progreso figuran, según los investigadores del estudio, es el difícil acceso geográfico y la lenta actividad empresarial, a pesar del crecimiento de ciudades como Iquitos y Tarapoto (sobre todo, esta última).

A un clima de estabilidad política (donde la institucionalidad funcione adecuadamente y las autoridades gocen de legitimidad mínima para realizar adecuadamente su trabajo), se suma uno de eficiencia, de adecuado manejo de los presupuestos públicos. Todo ello se engarza dentro de un clima de confianza para el inversionista (que se refleja en un movimiento comercial intenso pero ordenado), de cuidado del medio ambiente y respeto por el ciudadano (que se ve también en adecuada seguridad interior.

Es impresionante, por ejemplo, el caso de Ilo, que a pesar de ser una ciudad de explotación minera muy vigorosa, específicamente del cobre, tiene uno de los estándares de calidad de vida más importantes, con una de las mayores concentraciones de kilómetro cuadrado de áreas verdes por persona. En Iquitos, las últimas autoridades han ido, más bien, asesinando espacios de oxígeno y alucinando que el cemento, abusivo e intenso, es la panacea del progreso.

El progreso en ese sentido, también tiene que ver con lo que se ha hecho por frenar la contaminación, por promover la biodiversidad urbana, las vías de comunicación, las estrategias de acceso al turismo (y todo lo que ello implica, entre ellas la oferta cultural y artística), la disponibilidad de tecnología en las comunicaciones (móviles, internet, etc). La conexión virtual enla Amazonía, ya sabemos, es una de las más deficientes del país, y esto de ninguna manera promueve desarrollo.

Este ranking es un diagnóstico que nos debe llevar, a las clases dirigentes y las élites regionales amazónicas, a la reflexión y también a la preocupación. Pero además a ponerse las pilas. Es un reflejo actual, con tareas implícitas para competir, para trabajar, para alcanzar condiciones dignas para sus poblaciones.