Ante el brote e irrupción de la extrema derecha en España y en otros lugares de Europa uno de los argumentos, más endebles y fáciles, que se han enrostrado en el ágora es la poca capacidad de lectura de aquellas personas que asumen estas posiciones radicales ¿podríamos decir también de aquellos de la extrema izquierda que tampoco leen o su posición extrema es por un exceso de lectura? En uno de los pasajes de “El Quijote de la Mancha” el protagonista se vuelve chalado por el exceso de lectura que no sabía distinguir entre la ficción y la realidad. Pero vamos al cogollo para no perdernos en las hojas. Cuando leo esos razonamientos fáciles me resisto a tomarlos en serio. Así no se combate las ideas tóxicas. Es más, muchos amigos con cierta ingenuidad hacen un post en su FB sobre esta verdad a medias que es una mentira. Creen que tanto repetir como un mantra puede ser real ¿Hay acaso una relación entre el índice de lectura y la aparición de posiciones extremas en política? Me parece que no, es más, es una verdad entre comillas que se repite sin ningún sentido. Tampoco he leído estudios que justifiquen esa relación de la no lectura y posiciones extremas. En los países nórdicos donde el porcentaje de personas que leen libros es muy alto también hay personas con posiciones extremas en la vida política y con representación parlamentaria. Recuerdo que en clase un viejo profesor nos comentaba que en los campos de concentración nazis los jerarcas alemanes escuchaban música clásica y leían libros por las noches, y al día siguiente iban muy disciplinados a cumplir las órdenes mandando ejecutar judíos, gitanos y homosexuales en los crematorios sin ápice de duda ¿la lectura sirvió como antídoto? Todo hace pensar que no. La lectura puede ser liberadora pero no te garantiza nada. Lo ideal es que la gente leyera buenos libros que les haga remecer o aflojar las ideas iniciales, eso es lo que hay detrás de una lectura. Es un buen inicio de diálogo donde ambas partes se descubren pero no te puede garantizar que mañana luego de cerrar el libro esa misma persona salga al ágora con una bandera vociferando lemas contra la inmigración, contras las mujeres o se identifique con ideas tóxicas para la vida social. Leer no te garantiza nada pero no hacerlo es peor.