Lectura de primavera
Estos días de primavera – de calor intenso pasas al fresco y con chompa en cuestión de horas, me metí por la sugerencia de un amigo en la lectura de una obra de George Orwell, “Homenaje a Cataluña”. Este escritor inglés escribió “Granja de animales” libro denuncia contra el capitalismo y luego “1984” en la cual lanza dardos contra regímenes totalitarios como el comunismo, que limitan o avasallan la libertad individual. En ese sentido Orwell no se casa con nadie, fustiga a los bandos, no se deja ganar por el voluntarismo moral [el buenismo encumbrado por cierto sector de la izquierda ñoña]. El libro lo compré hace unos años y estaba en la repisa de la biblioteca hasta que este amigo – y gran cinéfilo, me recomendó leerla porqué buscaba una obra sobre la guerra civil española y la relación de la imaginación o fantasía y el sentido ético de la misma [la tesis es de Wayne C. Booth en el libro “La compañía que elegimos”]. Pero la relación con los libros siempre asombra, el libro descansaba allí y no le prestaba puñetera atención hasta toparme con la sugerencia de este amigo y la cuestión cambió en cuestión de segundos. Me ganó el sentimiento de culpa, la obra reposaba allí y no le prestaba atención porqué desde la primera página me enganchó y no me soltó hasta leer los apéndices. Me despertaba muy temprano a leerlo. Descubría una lectura diferente de la guerra civil narrada con una prosa limpia, acerada y precisa. No hay bulto y ampulosidades. Describe la sin razón de la guerra, la estupidez humana. En pleno frente de batalla y estaban inmersos en la orfandad cívica e ideológica. La ciudad de Barcelona de ser igualitaria por unos meses en cuestión de poco tiempo vuelve a ser la misma clasista, que daba la espalda a lo que sucedía en los alrededores. Es un testimonio de gran valor porqué Orwell intenta y lo consigue estar siempre en el centro de la situación. Su capacidad crítica no la olvida ni en su propio bando. Toda guerra es desgarradora y esta la era.
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