En la novela amazónica el protagonismo se ha llevado la floresta, todas las fantasías, pesadillas y utopías que ella conlleva, y entre las ciudades que emergen como una isla en el océano verde o patio de aguas es la ciudad de Iquitos. La novela amazónica ha sido el reflejo de la escritura dominante de su tiempo: con sus vicios y virtudes. Una de sus debilidades es el costumbrismo de postal en que ha estado envuelta. Un sacudón formal a este tipo de propuesta es “Las tres mitades de Ino Moxo y otros brujos de la Amazonía” de César Calvo. A pesar de estos defectos en la manera de elaborar la novela hay algunos apostilladores que niegan que esta exista, esa gracia la conceden a los y las que vienen de afuera. Lo que se pergeña en la floresta todavía no ha superado el listón, es el soniquete que gotea ¿no les suena esto a una canción conocida y tan propio del centralismo peruano y limeño en particular? Me parece una hipótesis que se cae por sí sola porque la selva desde hace mucho tiempo produce novelas, con todos sus defectos, pero existen. Es una vieja tesis (ya revisada) de Mario Vargas Llosa quien comentaba que en la selva había mucha obra mediocre. Pero esa discusión dicha por el Nobel es para otro momento y está ampliamente, creo yo, superada. Quería seguir en la idea de la producción de la novela en la floresta ¿Por qué se produce la novela, generalmente, en Iquitos y no otra ciudad?, ¿será acaso ese legado cauchero de ser el centro económico?, ¿será una fase del desarrollo de este capitalismo periférico y extractivista? Curiosamente, ese legado cauchero y centrado en la ciudad de Iquitos ha ido cambiando para bien. Esa relación de Iquitos como centro y sus periferias se está rompiendo. Está sufriendo embistes y cornadas en muchos frentes. La topografía del marjal es muy variada y están surgiendo otros centros, otras ramas de este grueso cedro. En los otros centros geográficos la novela apenas se balbucea pero también se escribe. Un caso que va a contracorriente con ese páramo novelístico en la ciudad de Pucallpa es la trilogía de Jorge Nájar “El árbol de Sodoma”. La novela de la floresta ha ampliado sus lindes desde hace un buen tiempo.
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