Entendiendo el concepto de las políticas públicas como el conjunto encadenado de decisiones y acciones que resultan de las interacciones estructuradas y repetidas entre diferentes actores, públicos y privados, que por diversas razones están implicados en el surgimiento, la formulación y la resolución de un problema público (Subirats, Knoepfel, Larrue, Varone, 2008: 51); el mapeo o análisis de actores supone una herramienta para entender la realidad de un escenario social específico, sirve para “tomar una fotografía” de las personas y grupos que participan de una serie de interacciones sociales sostenidas y dirigidas a abordar un problema público. Puede constituirse como el lente que permite identificar actores, intereses, recursos y estrategias de toma de decisión y acción.

En ese sentido, es menester precisar que un “actor” puede ser un ente individual o colectivo, que se analiza dentro de dos dimensiones:

  • respecto a sus aportes al proceso de diseño e implementación de las políticas públicas; y,
  • en su impacto o incidencia en el resultado de una política pública.

Es decir, a pesar de que un actor puede ser un individuo o un grupo de individuos, debe mantener alguna homogeneidad respecto a sus intereses y acciones alrededor de la política pública de interés. Así, un actor se puede entender como una entidad social o personal que busca un objetivo que, considera, es social o grupalmente deseable (Subirats, Knoepfel, Larrue, Varone, 2008).

Entonces, el análisis de actores puede entenderse como un ejercicio que busca reducir los costos para construir relaciones de consenso político alrededor de problemas y soluciones públicos; es decir, el estudio de las dinámicas de actores y sus interrelaciones también supone un esfuerzo por alcanzar consensos sociales sobre política pública. De hecho, el análisis puede funcionar como un instrumento para generar confianza entre los diferentes actores, entendiendo que esta confianza se configura en tanto el proceso de construcción del mapa puede mejorar el conocimiento de los beneficios y perjuicios para cada actor de las diferentes soluciones, mientras aumenta su comunicación, su intercambio de información y la posibilidad de alcanzar consensos. Es decir, el mapeo o análisis de actores permite atraer a otros actores a influir sobre la percepción del valor de las soluciones impulsadas.

Asimismo, el análisis de actores también puede, desde un enfoque institucional de análisis de política pública, buscar entender las reglas y el contexto que delimitan, incentivando o desincentivando comportamientos, relaciones e interacciones en la arena de acción o implementación, para luego analizar la naturaleza de los actores involucrados (sus recursos, repertorio de acciones, intereses e influencia en el problema específico), y finalmente, estudiar el entorno de la política, las tensiones que surgen de las interacciones y las dinámicas de cooperación o conflicto entre los participantes.

Conforme a lo expuesto, encontramos que el mapeo o análisis de actores resulta imprescindible, en principio para el diseño de la política pública con la finalidad de saber qué problema público se busca afrontar o reducir y también resulta determinante durante la implementación de la política, toda vez que permitirá tomar las decisiones correctas para implementar las política públicas, teniendo en cuenta el accionar de los actores frente a incentivos o propuestas, conforme a lo que esperan, de acuerdo a sus intereses.

Miguel Angel Rojas Ríos

Abogado

Maestrando en Gobierno y Políticas Públicas

rojasr.miguel@pucp.edu.pe

 

BIBLIOGRAFÍA

SUBIRATS, J – KNOEPFEL, P – LARRUE, C – VARONE, F

2008      «Análisis y gestión de políticas”. Barcelona: Ariel