La vida entera de carta abierta

La broma cervecera del medio religioso, revista o periódico que sale cuando Dios quiere, es más seria de lo que parece. Porque no solo revela la intermitencia  de ciertas ediciones entre nosotros, sino se refiere a un mal crónico dentro del mejor o peor de los oficios. El periódico de próxima aparición, el periódico que saldrá en breve, el periódico para dentro de poco, abundante ilusión de tantos, expresa mejor que nada  el vacío de la fugacidad. Desde la salida del “Boletín Municipal” el panteón se ha llevado incontables ediciones efímeras, numerosas impresiones fugaces que ignoraron lo perdurable, esa sabiduría  de la resistencia, de la durabilidad, de la oposición al sepulcro.  A lo largo del tiempo, de los años y desengaños, de los hechos gloriosos o nefastos, pocos medios han conseguido escapar de lo breve y durar.

“Carta abierta” es una  de ellas. Ha cumplido treinta años de vida, y la broma cervecera del medio religioso se pierde, se extingue. Una vida entera es tres décadas en el ejercicio de la pasión periodística,  verdadera clave de la durabilidad de ese medio.  Fundada y dirigida  por el periodista Raúl Zevallos y Sara Ríos y apoyada por el entorno familiar, surgió en la polvorienta Pucallpa cuando el mar social y reivindicativo era intenso. Las portadas entonces tenían el calor de la calle, del puño enarbolado,  de la manifestación popular. Poco a poco, fue creciendo en ambición de cobertura, de incidencia en otros espacios del bosque y hoy por hoy se convertido en la mejor revista de la Amazonía del Perú.

En esas tres décadas bastante agua, de la limpia y de la sucia, ha corrido bajo los puentes de nuestra historia. “Carta abierta” ha ido registrando hechos, acontecimientos, eventos, donde destacan sus opciones por la defensa irrestricta de los excluidos, la defensa del territorio selvático, la difusión de la cultura. Borges decía que la muerte era  una estadística y que no había ninguna prueba en contra de la inmortalidad. Y si el escritor argentino tenía razón, “Carta abierta” entonces sería eterna.