La verdad de la victima
En el mes del reinado del gran Ño carnavalón, otro nombre de tantas autoridades de estos lares, solo a algún ridículo pudo ocurrírsele celebrar el día del amor. El nada santo San Valentín no estaría de acuerdo con que su nombre se asocie con ese mes de burlas y escarnios y también al amor, la amistad. Lo carnavalesco, y en pleno febrero y cerca de esa fiesta del corazón y la cerveza, inunda a los gallardos defensores de oficio y de beneficio del señor Francisco Dongo. Porque la adolescente involucrada en el penoso asunto del cuartucho ampayado y del proxeneta detenido dijo su verdad.
En su manifestación, que consta en las actas del proceso, ella dijo que había mantenido relaciones carnales con el abogado. Entonces el penoso hecho dio un vuelco inesperado. Desde esa verdad inusitada, desde la verdad de la víctima que ningún abogado defendió desde el inicio, quedan malparadas las fáciles coartadas, las evidentes fintas, las maniobras dilatorias, los tinterillajes y el temible espíritu de cuerpo que no es otra cosa que la mala costumbre de apañar los delitos. Así de grave es la cosa.
Desde luego, la verdad de la adolescente puede no ser la verdad al final del proceso. En términos legales. Falta mucho todavía para que las cosas se aclaren, para que los hechos se expliquen. Lo que importa en este momento es que la adolescente también tenía algo que decir. Decir su verdad. Hablar desde su humanidad. A favor o en contra de la versión expuesta por los defensores del abogado. Defensores que pretendieron victimizar al que era el verdugo, de acuerdo a la legislación nacional. La ciencia del Derecho estaba al revés. Como tantas otras veces. Casi nadie se preguntó en su momento por la verdad de la adolescente. Ahora los defensores del abogado tienen que variar de estrategia.
Según ellos, cuando el Presidente del Tribunal Constitucional fue abogado del Congreso nadie lo descalificó para el ejercicio de la docencia.
Solo quisiera saber si la prensa nacional sabe de este asunto. Si su colegiado nacional opinaria a favor de el colega? Los delitos no discriminan titulos, honores y grados. Recuerdan el escandaloso caso del funcionario del banco Mundial?
Que opinaria Hildebrandt sobre este asunto? Sr. Director intente enviar el caso a la prensa nacional y en segundos harian trizas a toda forma de defensa ,por el SIMPLE HECHO QUE SON MENORES DE EDAD Y HAY DELITO SIEMPRE EN LO RELACIONADO A SU INTIMIDAD, INTEGRIDAD MORAL,FISICA.
Si no comienza hoy , otro dia sera tarde.
Excelente editorial, debemos aceptar que la violación de las Leyes traen como consecuencia la penalidad de dichos actos, para todos por igual; denominemos a esto igualdad de derechos para todos los ciudadanos, una vez más felicitamos la línea independiente de ProyContra basada en el respeto a nuestros conciudadano(a)s; y el derecho a declarar la verdad ante los episodios verdaderamente acontecidos.
Totalmente de acuerdo Jaime…increible los «argumentos» de los defensores del susodicho abogado, sin escuchar previamente la version de la agraviada.
Un poco mas y aplaudimos la «osadia» de mantener relaciones sexuales con una adolescente…¡que carajo nos pasa!
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