Alguna vez alguien me dijo que para llegar a ser congresista, “un status” al que muchos quisieran llegar, se necesita billetico, un poco de suerte, además de arrimarse a buen palo, es decir, a un buen grupo político, a menos que se goce ya de una presencia política y por ahí ser conocido.
Algo de ello se ha dado con los nuevos futuros congresistas por Loreto.
No pretendo hacer una radiografía de los cuatro virtuales congresistas pues no los conozco personalmente, pero sí algo de su accionar político que quizá sirva para hacer una evaluación de los nuevos parlamentarios.
Hasta hoy no me cabe en la cabeza cuándo se volvió fujimorista o empezó a comulgar con los ideales del partido de la K, la nuevamente legisladora y en su momento opositora al régimen de los naranjas, Patricia Donayre Pasquel.
Es verdad que todos tienen derecho a cambiar, pero también es cierto que los ideales, la doctrina partidaria y la formación política se adquieren con el crecimiento de una persona. O se es de derecha, de centro, de izquierda, liberal o lo que sea, pero dudo que uno pueda tener un poco de todo. Y dudo que hoy sea blanco y mañana negro, azul o rojo.
No sé si la hoy virtual congresista por Loreto termine su periodo legislativo en las filas de la K. Solo Dios y quizá ella lo sabe. Y lo que ella debe saber es que el cargo que ocupará a partir del 28 de julio de este año y por los próximos cinco años se lo debe no solo a sus electores sino a todos, así no hayan confiado su voto en ella. Si se olvida de este detalle ya sabremos que Patricia solo buscaba llegar al Congreso por fines personales.
Del ex alcalde de Maynas, Juan Carlos del Águila, sabemos de su pasado por Fuerza Loretana, luego su pase al aprismo como invitado por el que fue elegido alcalde y luego su intención de volver a tentar una nueva gestión municipal con Mi Loreto y antes de ello tentar la Vicepresidencia Regional acompañando a Robinson Rivadeneyra y no recuerdo algún otro paso político, de pronto de algo me olvido.
Lo que sí me llama la atención es cómo se puede pasar de verde a rojo, de ahí a estar junto a un arbolito y luego terminar siendo naranja y en el camino defender la casita de UNIPOL. Puedo estar seguro que hasta haces seis meses atrás cuando se empezaba a calentar el escenario electoral presidencial-congresal, el ex alcalde no tenía ni la más remota idea de postular y en su imaginario no estaba llegar a ser congresista. Sin duda deberá agradecer a quienes le dieron su voto y a quien lo llevó a ser parte de la cuaterna de Fuerza Popular.
Ojalá que el ex alcalde y virtual congresista no termine olvidándose de sus promesas de campaña, porque de ser así deberá aprovechar muy bien los cinco años que se le viene pues esa oportunidad será difícil que la pueda volver a tener.
De Jorge Meléndez y Tamar Arimborgo no puedo escribir mucho. Del próximo legislador de PPK solo puedo decir que es hermano del actual gobernador regional y nada más. De la fujimorista Arimborgo no sé casi nada, por no decir nada. Lo único que sé es que la vida de cada uno de los nuevos legisladores cambiará desde el 28 de julio de este año. Ya no serán ciudadanos comunes y corrientes. Ahora serán señores, señoritas o señoras congresistas.
Lo que nunca deberán olvidar los futuros legisladores es que un domingo 10 de abril de 2016 la Tinka reventó para bien de ellos. Y vaya que el pozo de la Tinka en los próximos cinco años será más que jugoso para cada uno de ellos. Servido virtuales parlamentarios. Solo no olviden de dónde vienen, a dónde van y dónde pueden terminar. Del accionar de ustedes dependerá el futuro político que quieren tener.