La protesta regional belga
Los belgas son considerados como los más tontos de Europa. No debe ser verdad tamaña fama, semejante prestigio, porque desde hace un año no tienen ni presidente, ni ministros, ni congresales, ni funcionarios. Están sin los señores del poder, sin los jefes y sus preferidos, sin los que toman las decisiones, y no pasa nada. Nada grave. Nadie se muere porque no escucha un discurso desde palacio, porque no observa las andanzas de un ministro de visita a una comarca remota, porque no asiste a un debate de los curules. La vida administrativa de ese país, nada bobo, transcurre normalmente y cada uno, o cada una, hace lo que tiene que hacer.
Los no tan bobos belgas andan sin don gobierno y su madre o sus hierbas no por relajo social o por inercia cívica. Sino por una especie de encrucijada de opciones en conflicto que no arriban a ningún acuerdo. En el país hay dos facciones definidas. Los francófonos y los flamencos. Estos últimos no quieren saber nada con gobiernos y otros asuntos si es que no se hace primero una profunda reforma del Estado, donde las regiones tengan más competencias. Este pequeño detalle, el de las regiones, que todavía no alcanzan la buscada autonomía, es un hecho importante y se relaciona con nosotros, donde hay tantos tontos útiles e inútiles.
En este país de bobos y boberías, donde el poder parece ser todo, todo y más, las regiones andan liberadas del centralismo. En el papel, en las líricas declaraciones de los unos y los otros. Pero en la cruda realidad de todos los días carecen de las competencias para decidir por sí mismos. En Bélgica el hecho merece una protesta contra el poder como oficio, como ejercicio. Acá apenas murmullos entre cuatro paredes, rabias en las cafeterías. Pero nada más. ¿Y si imitamos a los flamencos y no elegimos a nadie, mientras no nos concedan más competencias como región?
Porq siempre los peruanos quieren seguir ejemplos de otros paises… Hay q ser creativos compatriotas..
Los comentarios están cerrados.