LA PROTESTA DE LOS MADEREROS

Escribe: Percy Vílchez Vela

En el tumulto de las manifestaciones, protestas y medidas a favor de algo y en contra de aquello que a diario ocurren en  Iquitos, destaca la prolongada faena de hombres y mujeres dedicados a la extracción maderera. Desde hace tiempo ellos y ellas vienen  ejecutando una serie de medidas, cuestionando al gobierno central por la ley forestal que  consideran lesivo para sus intereses. La protesta va para largo y  hace eco de manifestaciones que ocurren en otros lugares de la Amazonía en defensa de una mejor legislación para la explotación de los recursos forestales. Hasta el cierre de esta edición el gobierno no dice esta boca es mía.   

La mañana del lunes 23 de noviembre del presente año la avenida La Marina quedó súbitamente bloqueada por la presencia de camiones, camionetas,  cargadores frontales y hasta tractores. Otras calles de Iquitos también soportaron esa invasión mecánica. Era entonces el momento de otra protesta de los empresarios y trabajadores que se dedican a la extracción maderera en Loreto. En el caos se pudo leer letreros alusivos a la defensa de la extracción forestal y se pudo escuchar consignas contra el centralismo y su burocracia.  El bloqueo fue total en determinado momento y la situación caótica explica el encarnizamiento de los referidos que desde hace semanas vienen luchando contra la ley 29163 o Ley Forestal y de Fauna Silvestre y sus decretos respectivos.

 El bloqueo de un determinado tramo de la citada avenida era una más de las medidas tomadas por los protestantes que no están de acuerdo con dicha ley y los decretos, porque, de acuerdo a la versión de sus voceros calificados, es lesiva para los intereses de los empresarios y trabajadores de ese sector. La ingeniera Betsabé  Cortegano, presidente de la Asociación Forestal de Loreto, sostiene que dicha ley es inaplicable a la corta o a la larga y que los decretos criminalizan la extracción convirtiendo casi toda la extracción en tala ilegal, lo cual trae el peligro de cárcel para los que trabajan en el sector maderero.

Para los madereros el defecto mayor de dichos dispositivos es que fueron hechos y redactados entre gallos y medianoche. Es decir, lejos de los verdaderamente involucrados en la extracción y comercialización de ese recurso. El centralismo no tuvo en cuenta a sectores locales que no participaron en la  redacción de la ley y de los decretos. De  lo que se trata es de imponerles una ley que parece fuera de la realidad forestal de la región.  Y esa imposición es la que no aceptan los empresarios y los trabajadores de la madera. Por eso se han declarado en pie de guerra permanente.

A través de los años, el manejo unilateral del tema maderero ha sido uno de los problemas más agobiantes del sector. Desde alguna oficina en Lima, contando con el concurso de funcionarios o asesores iluminados que pretenden conocer toda la problemática forestal de la región,  se ha pretendido manejar legalmente la extracción maderera, desconociendo a los actores directamente involucrados en ese menester. Las leyes y los decretos emitidos no hacen más que insistir en el aislamiento y la ignorancia de parte de alto funcionarios del centralismo. La historia siempre se repite como una calamidad anunciada.

En su  agenda de protesta los madereros, empresarios y trabajadores, han expresado su repudio a la señora  Fabiola Múñoz, directora ejecutiva de Serfor quien redactó la Ley Forestal   y de Fauna Silvestre y también redactó los dispositivos que penalizan la extracción maderera.  En sus manifestaciones de protesta los madereros piden la derogatoria de la ley y sus dispositivos considerando que son inaplicables a la realidad inmediata.  Piden,  además,  la redacción de un  Plan de Adecuación Regional, que sea como un manual aceptado por los unos y los otros para la extracción de la madera.

La protesta de los madereros se ha vuelto un hecho habitual no solo en nuestra ciudad sino en ciudades como Pucallpa, Tingo María, Madre de Dios. Es pues un movimiento pan regional que tiene entre sus objetivos radicalizar su lucha si es que el gobierno no atiende sus demandas. El gobierno ha optado por no responder a los cuestionamientos y trata de salir al paso diciendo que los que protestan son los que quieren mantener la informalidad en el sector. Pero las cosas son más complicadas y se espera que dentro de poco se llegue a un acuerdo o una solución que beneficie a todos.