– A una semana de la tragedia de “Camila”
– Patrón de embarcación es responsable por lo ocurrido
– No se respeta códigos de seguridad
Por: Jorge Carrillo Rojas
A una semana de la tragedia de la motonave “Camila” no se ha podido determinar con exactitud el número de pasajeros que viajaban en la embarcación y las toneladas de carga que ésta llevaba en su interior. Solo las cifras dadas por la Autoridad Portuaria Nacional dio cuenta de 146 pasajeros y 45 toneladas de carga. Luego de la tragedia estas cifras se incrementaron al menos en el que corresponde al número de pasajeros en una clara muestra, frente a las mentiras de Camilo Montoya propietario de la embarcación que la misma no iba sobrecargada, de la irresponsabilidad e informalidad que nadie puede parar en la navegación fluvial.
Las cifras de los sobrevivientes y fallecidos al martes 1 de junio sobre las 2 y 26 de la tarde proporcionadas por Robert Falcón, de la dirección regional de Defensa Nacional fue de 196 sobrevivientes y 24 fallecidos, entre ellos muchos niños. La capacidad de pasajeros de “Camila” era de 160 pasajeros. Una simple suma y resta permite comprobar que 60 pasajeros en exceso llevaba la motonave. Camilo Montoya, el dueño de “Camila”, no podrá negar los números. A su irresponsabilidad se suma el hallazgo de 24 kilos de droga embarcada en la motonave en algún puerto informal por el que inmediatamente la tripulación y el propietario han sido detenidos. “Camila” resultó luego de la tragedia toda una joya de la informalidad fluvial. Sus antecedentes así lo demuestran. Combustible transportado en forma ilegal es lo más próximo a la droga encontrada en sacos con naranjas y la tragedia fluvial.
Niños y la tragedia
Pero algo que no podrá sacar de su mente Camilo Montoya son las imágenes del rescate de los muertos, muy en especial de los niños. Este diario ha tenido acceso a una zaga de fotos terribles de niños que fallecieron casi en forma instantánea luego del hundimiento. Por lo menos dos familias han perdido a ocho niños. Si de algo pueden servir estas imágenes es para llamar a una mayor responsabilidad en la navegación fluvial en los ríos de la Amazonía.
La informalidad
La informalidad fluvial solo podrá ser combatida por los propios actores responsables de la navegación. Pro & Contra conversó con algunos entendidos en el tema, uno de ellos ha pedido que no se revele su identidad. La presencia de astilleros informales para la fabricación de embarcaciones, el funcionamiento de puertos informales y la mala formación de los Marinos Mercantes es una suma de factores que han hecho de la navegación fluvial en Loreto una de las más informales del país, asegura la fuente.
Iquitos tiene desde hace un buen tiempo un instituto para formar a Marinos Mercantes. Sin embargo, quienes operan en la navegación fluvial dicen conocer en demasía los ríos y por ello no quieren estudiar. Las autoridades podrían impulsar la capacitación y obligar de alguna forma a los empresarios a tener personal con conceptos básicos.
El puerto de Enapu es el único que funciona de manera legal. El resto son embarcaderos “políticos” porque ninguna autoridad se atreverá a cerrarlos a pesar de que funcionan de manera ilegal. Por ello se hace necesario que en tiempos de campaña los candidatos firmen un pacto de credibilidad para elaborar y ejecutar una propuesta política portuaria y de navegación fluvial sostenida. Es decir, según el experto, sin borrón y cuenta nueva.
No cumplen con las normas
Para que una embarcación pueda cubrir alguna ruta fluvial tiene que contar con un certificado nacional de seguridad que es expedido por la Dirección General de Capitanía y Guardacostas. Son una serie de normas que tiene que ver con los códigos de seguridad. Un claro ejemplo que no se cumple con los dispositivos es lo relacionado a los equipos de seguridad con que debe contar una embarcación: chalecos salvavidas, aros salvavidas, extintores, botiquines, botes auxiliares, motobomba contra incendio y paquetes de supervivencia que debe contener bengalas, linterna, lista de salvamento, manual de supervivencia. Con todos estos accesorios no contaba la motonave “Camila” y no cuenta la mayoría de embarcaciones de mayor y menor calado.
La responsabilidad del patrón
La resolución directoral Nº 562 del 2 de octubre de 2003 del Ministerio de Transportes adiciona una serie de responsabilidades que pesan sobre el patrón de una embarcación fluvial. Por ejemplo, se establece que los pasajeros deben tener puesto los chalecos salvavidas antes de la navegación. El patrón no debe permitir faenas de combustible cuando la nave se encuentra con pasajeros a bordo. Otros aspectos de las responsabilidades del patrón que no se cumple es que está prohibido el transporte de combustible, salvo que un pasajero tenga como destino una localidad donde no exista venta de combustible. En este punto el pasajero podrá llevar cinco galones que deberá ir sobre cubierta, es decir en la proa de la nave y tapado con alguna lona.
Solo si se toma en cuenta el último punto se puede determinar que no se cumple esta disposición. De la motonave “Camila” se logró recuperar 10 bidones de 55 galones de petróleo y 11 galoneras de gasolina.
La irresponsabilidad de “Henry”
Pro & Contra ha conseguido una serie de fotos que demuestra que una de las motonaves “Henry” transgrede la ley. En ellas se corroborara que los patrones de las embarcaciones hacen lo que les da la gana. La motonave “Henry I” transportó carga en uno de sus viajes fuera de bodega, obstruyendo los pasadizos y los servicios higiénicos. Las embarcaciones cometen estos hechos irregulares luego que salen de Enapu en forma legal a donde solo van para la recepción y despacho de las embarcaciones y donde los responsables del único puerto son escrupulosos en las normas que a ellos les compete en materia de seguridad. Lo que hace “Henry” con total impunidad también lo hacen las demás embarcaciones y bastaría que el Ministerio Público realice operativos cotidianos para no sólo castigar a los responsables sino mejorar las condiciones de viaje de los pasajeros y, lo más importante, proteger la vida de los usuarios.
Los armadores no usan Enapu aduciendo una serie de justificaciones. Debido al control es poco probable que se embarque droga en dicho puerto o se sobrecargue las embarcaciones. Algo que cometen luego del zarpe oficial.
Según las cifras solo entre el 20 y 25 por ciento de las embarcaciones usan el puerto de Enapu y el volumen de carga de las embarcaciones mayor a 30 toneladas de arqueo bruto que usan este puerto solo representa el 30 por ciento de toda la carga que se mueve en Iquitos.
Prueba más que suficientes para que el Ministerio Público tome las medidas necesarias. El Fiscal Superior Decano tiene el sartén bajo el mango en este caso.
SEÑORES, MAS CLARO QUE ESO, NI EL AGUA… HABER CORRUPTOS, QUE VAN A HACER… SEGURO NADA, ASI DE SIMPLE. DOY 6 MESES A MUCHO, ESTE TEMA Y DESPUES A LO MISMO… «#!&%$)(=#»#$%%
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