Arequipa enfrenta un momento decisivo en su planeamiento urbano. La actualización del Plan de Desarrollo Metropolitano (PDM) para el período 2025-2045 se encuentra en una fase crucial de consolidación, tras cerrarse el proceso de consulta pública. El futuro orden de la ciudad depende ahora de la gestión de cientos de observaciones y de un cronograma ajustado que busca su aprobación definitiva en los primeros meses de 2026.
La urgencia por contar con un PDM vigente y eficaz nace de un contexto complejo. La aplicación del plan anterior (2016-2025) se encuentra suspendida por una medida cautelar, lo que ha generado consecuencias tangibles para Arequipa. Según la Cámara Peruana de la Construcción (CAPECO), esta paralización ha frenado inversiones estimadas en 700 millones de dólares y la generación de unos 30 mil empleos.
El crecimiento sin rumbo ha acelerado la pérdida del valioso suelo agrícola. Datos oficiales indican que la superficie dedicada a la agricultura en la provincia ha disminuido drásticamente, de más de 41 mil hectáreas a aproximadamente 11 mil en solo siete años. Paralelamente, se estima que más del 40% de las edificaciones son informales, muchas en zonas de alto riesgo sísmico, mientras que cerca del 50% del área urbana se asienta en condición ilegal.
Tiempos límites para equipo técnico de Arequipa
El plazo para presentar observaciones al nuevo PDM concluyó el 11 de diciembre de 2025. El equipo técnico, liderado por Manuel Málaga Lazo, reportó un preliminar de al menos 600 aportes ciudadanos, una cifra que refleja la magnitud e interés en el futuro de Arequipa. Estas observaciones se concentran, principalmente, en la no consideración de ciertas asociaciones urbanas y en la clasificación de predios como zonas agrícolas o de riesgo.
El proceso ahora entra en una etapa meticulosa. El Instituto Municipal de Planeamiento (IMPLA) tiene un plazo aproximado de 30 días calendario, hasta fines de enero de 2026, para evaluar técnicamente cada observación. Málaga Lazo aclara que no todas implicarán un cambio automático; aquellas relacionadas con zonas de riesgo, por ejemplo, están sujetas a estrictos criterios de seguridad.
La sociedad civil y los gremios exigen un plan robusto. CAPECO ha señalado que la propuesta debe superar varias deficiencias para ser efectiva, entre ellas, abordar de lleno la informalidad, definir claramente las zonas de expansión urbana y articular proyectos viales estratégicos. Además, pide una mejor coordinación con el gobierno regional y las municipalidades distritales.
Desde la Coordinadora Político Social, Juan Carlos Gonzáles ha solicitado incluso la nulidad del proceso, argumentando una participación ciudadana insuficiente. Entre las demandas concretas para ser incluidas en los planos oficiales está la reubicación del ferrocarril minero, proyecto que, según el alcalde de Yanahuara, ya tiene un perfil valorizado en 150 millones de soles.
[relacionada relacionada=»https://elbuho.pe/2025/12/faenon-a-favor-de-cerro-verde-sedapar-regala-agua-tratada-a-empresa-minera-por-35-anos-mas/»]
La Ruta hacia la Aprobación
El cronograma proyecta un camino acelerado. Una vez que el IMPLA levante todas las observaciones a fines de enero, el documento final será elevado al Concejo Provincial de Arequipa para su debate y votación. La expectativa de la municipalidad es que el PDM 2025-2045 sea aprobado en sesión de concejo entre enero y febrero de 2026.
Este instrumento, junto con el Plan de Acondicionamiento Territorial (PAT), cuyo proceso de observaciones ya culminó, busca una meta es clara: revertir la tendencia al caos urbano, proteger lo que queda de su entorno agrícola y encauzar el crecimiento hacia un desarrollo metropolitano sostenible y planificado.
Lea la nota original aquí o visita el medio El Búho





