La gloria
ESCRIBE: El compañerito
Más allá de la algarabía que todo triunfo provoca y las controversias inherentes al fútbol existe una coincidencia generalizada: los jugadores del seleccionado nacional han cambiado de actitud. Hoy a los dirigidos por Markarián les sobra actitud. Redundante pero tienen ganas de ganar. Y ese quizás sea el trabajo fundamental del “mago” que conoce al futbolista peruano. Conoce a ese jugador que a veces se deja llevar por el engreimiento y se vuelve apático en la cancha. A ese goleador en el extranjero que se pelea con las redes al defender la blaquirroja. El fútbol es mucha disciplina pero también emoción. El llamado deporte rey es dedicación pero también mucha pasión. Por eso se habla mucho de aquello de “enchufado” en el partido. Y en el partido contra los paraguayos todos estuvimos enchufados, especialmente los jugadores. Los que estaban en la cancha no descompaginaron y por eso Sergio Markarián aseguró a los pocos minutos de terminado el partido que todo funcionaba tan bien “que no era necesario cambiar nada”.
Dicho todo ello para aterrizar en el plano local. A lo que sucede en CNI. Y una de las explicaciones por las que andamos tan mal en la tabla de posiciones. A los jugadores albos les falta “enchufarse” en los partidos. Esos jugadores que están en busca de la gloria deberían ver “camino a la gloria”, ese documental que narra el camino que siguió CNI para retornar al descentralizado. Ahí se darían cuenta lo que tendrían que defender cada vez que salen al campo. Porque esos jugadores –cuyas capacidades son innegables, con las excepciones del caso- tienen que saber que no solo juegan para que cada treinta días vean en sus cuentas los depósitos remunerativos sino que defienden a una institución que está metida en el corazón del pueblo. Y que de ellos depende –para bien o para mal- el estado de ánimo de quienes amamos al fútbol y creemos ver en CNI al símbolo del balompié loretano.
A los jugadores de CNI –que sirva como pretexto el triunfo abrumador de Perú contra Paraguay- les falta entregarse apasionadamente en cada partido. Lamentablemente hoy están enfrascados en otras pasiones y han confundido sus prioridades. Ver la anomia futbolística del chato Barrena solo encuentra explicación en la ausencia de lo que en años anteriores le sobraba. Padecer las dubitaciones defensivas de cualquiera de los gemelos Zamora solo se explica porque esos muchachos han sido infectados por la dejadez que todo futbolista contrae rumbo al fracaso. Lamentar los yerros terminales de Wilmer Carrillo solo se justifica porque ya está jugando los descuentos de su tibia carrera y no quiere demostrar nada sino acumular la suficiente suma en su billetera que le asegure un retiro medio opulento. Gramputear con las barbaridades defensivas de Jesús Cisneros solo se entiende en un jugador que le da igual salir con la valla invicta o ser víctima de una goleada.
Y, claro, los dirigentes tienen su cuota de culpa en todo esto. Porque la entrega no viene por generación espontánea. Es la adición de una serie de factores. Pero, claro, como sucede con el seleccionado nacional: cuando pierde todos quieren encontrar un único culpable que ponen como nombre Manuel Burga. Pero cuando se gana los partidos ese nombre ya ni aparece y los jugadores son la gloria que todos quisieran encontrar. Aquí creemos que más allá de decisiones en la mesa, los partidos se ganan en la cancha y para ello es importante ponerle pasión a las pelotas, en todo el sentido de la palabra.
estimado compañerito no olvidemos tambien la actitud dirigencial que adolece elequipo albo. Estos señores esperaron ver alequipo peleando la baja para recien traer algunos refuerzos, no te olvides compañerito que a inicios de lasegunda rueda se dejo ir a dos jugadores que eran la columna vertebral del equipo albo. El chiquillo noronha se ponia el equipo al hombro, y se complementaba bien con muriel orlando, al inicio de temporada no se renovo contrato con los jugadores que pidio masho y ahora estamos pagando las consecuencias. A mi modo de ver tambien falta actitud dirigencial stimado compañerito. Salvo mejor parecer
Los comentarios están cerrados.