Mañana de domingo en uno de los pasillos del concurrido mercado de Belén un grupo de músicos -con danzante incluido- nos decían al ritmo de sus interpretaciones que las celebraciones continúan y que a punta de timbales, maraca y saxofón nos regalaban conocidos temas con ese sonido pegajoso y contagioso que hasta al más frío de los mortales le invita a mover el pie. No sé si es por el aniversario de Iquitos, aunque la imagen captada más pinta para carnaval. Lo cierto es que hacer las compras en este ambiente es todo un placer.
Pues nada agradable es ver la basura por todos lados… por donde se mire hay desperdicios … y las autoridades donde estan???
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