La populosa celebración madrera, como tantas otras veces, ha servido para muchas cosas. Para felicitar a la madre por su día porque efectivamente como ella solo hay una, para beber sin cuartel en su nombre, para comer hasta la saciedad en su homenaje, para bailar sin descanso por la maternidad, así ella siga trabajando como una esclava para atender tantas diversiones en su día. Pero este segundo domingo de mayo, sobre todo, ha servido para que padres, hijos, entenados, nietos y cuanta gente se una para festejar tan importante fecha, incremente el nefasto ruido.
Enmadrados de punta a cabo aprovecharon el festejo para desafiar a todos los decibeles. Como en Fuenteovejuna, todas a una, armaron el circo ruidoso. Cualquier político pericotero puso su estrado, soltó la orquesta y sus bailarinas carnudas y calatudas, regaló alguna cosa que también le regalaron a él y desgració el silencio. Centros habituales de bailongo, por más que sobre sus dueños pesen denuncias de colectivos callejeros hartos de los maltratos sonoros, no desaprovecharon la ocasión de armar el joropo ruidoso. Enjambres parrilleros llenaron de humo y ruido tantas calles. Cualquier hijo de vecino, hasta el más anodino que apenas saluda a su madre durante el año, puso a todo volumen su aparato musical y agredió sus propios tímpanos.
Es posible que ello sea uno de los rasgos más inquietantes de la grave epidemia ruidosa que vivimos desde hace tiempo, desde que apareció el claxon hiriendo los oídos: que afecta directamente al que lo produce. La primera víctima es el ruidoso. El otro rasgo es que tanto ruido estupidiza. Es fácil demostrarlo. Andamos últimos en varios rubros, y una persona en sus cabales, con todos los fusibles sanos y bien puestos, haría algo radical para salir de esa incómoda posición colera. Pero los ruidosos moradores de estos desastres lo único que hacen es aumentar los días de parranda.
bueno cada quien celebra y honrra a su madre como la quiere como lo demuestra, tampoco stoy d acuerdo con la borrachera pero cada uno con sus costumbres q se va hacer.
Que las autoridades locales tomen cartas en el asunto, de lo contrario Iquitos se convertirá en un infierno si es que ya no lo es.
Asimismo, la prensa independiente debe hacer una campaña para erradicar este mal y sancionar a los responsables.
Eduquemos a la sociedad. Hagamos que la gente tome conciencia de esta contaminacion muy perjudicial para la salud auditiva. Si seguimos así, la sordera nos tomará por sorpresa.
saludos
De verdad que creo que lo mas estupidizante que puede haber es leer este articulo, que minimiza una fecha tan importante para todo hijo bien nacido que se deja llevar por la euforia de tener a su madre o por el recuerdo de no tenerla….Que ariculo de mal gusto y justo haciendo referencia al dia mas impontante y celebbrado en la humanidad………Sera que el editorialista no tiene la dicha de haber nacido de una mujer? o es que es un fiel seguidor de la pluma denigrante y estupidizante del nobel Literario y practicticante incestuoso? Siquiera por ser un dia tan especial refierase con dulzura amor y sentido comun.
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