Unos 230 mil estudiantes de primaria y secundaria han salido del sistema educativo este año, mientras que otros 200 mil estudiantes de secundaria matriculados no están accediendo al servicio. En las zonas más alejadas de varias regiones, los estudiantes deben buscar por sus propios medios la forma de conseguir equipos que les permitan escuchar clases, debido a la falta de señal de radio e internet. No todos los escolares pudieron acceder al programa Aprendo en casa, que implementó el gobierno. Las acciones que implantó el Gobierno para que los estudiantes puedan llevar sus clases a distancia no ha logrado una cobertura del cien por ciento en varias regiones del país. Los escolares no pueden acceder al internet, radio o televisión por problemas de infraestructura. Se debe reconocer que una gran parte del país aún no cuenta con acceso a internet. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en 2019, solo el 39.5% de los hogares peruanos tiene acceso a internet, pero en las áreas rurales este porcentaje disminuye al 4.8%.
Uno de los efectos más alarmantes del cierre de las escuelas para evitar contagios del nuevo coronavirus ha sido la deserción escolar. Este fenómeno es medido con la matrícula: si un estudiante matriculado el año anterior no se matricula en el actual, se determina que es un estudiante que ha desertado del sistema escolar. De acuerdo con el Ministerio de Educación, la tasa de la deserción había pasado de 2.5% en el 2018 a 1.3% en el 2019 en primaria. En secundaria, se había logrado bajar de 4.1% a 3.5%. Sin embargo, para el 2020, hasta el cierre de la matrícula extraordinaria que hizo Minedu en julio, la deserción pasó de 1.3% a 3.5% en primaria (130,000 estudiantes) y en secundaria, de 3.5% a 4% (100.000 estudiantes).
En lo que respecta a la matrícula de la EBR en 2020, esta fue de 7,834,543 estudiantes, mientras que en 2019 fue de 8,024,672 matriculados. Asimismo, por tipo de gestión, se observa que, para 2020, la matrícula de instituciones educativas privadas disminuyó considerablemente con respecto a la de 2019, al pasar de 2 millones a 1.7 millones de estudiantes en los tres niveles de la EBR. Por otro lado, el Minedu reportó que en 2020 se trasladaron 337,870 estudiantes de instituciones educativas privadas a públicas; esta absorción fue del 18.7% en primaria (183,536 estudiantes), del 17.5% en secundaria (92,700 estudiantes) y del 11.5% en inicial (61,634 estudiantes). Según Cecilia Ramírez, directora de Educación Básica Regular del Minedu, en la amazonia el porcentaje de estudiantes que no llegan a ser contactos puede llegar hasta el 30%.
En lo que respecta a la matrícula de la EBR en 2020, esta fue de 7,834,543 estudiantes, mientras que en 2019 fue de 8,024,672 matriculados. Asimismo, por tipo de gestión, se observa que, para 2020, la matrícula de instituciones educativas privadas disminuyó considerablemente con respecto a la de 2019, al pasar de 2 millones a 1.7 millones de estudiantes en los tres niveles de la EBR. Por otro lado, el Minedu reportó que en 2020 se trasladaron 337,870 estudiantes de instituciones educativas privadas a públicas; esta absorción fue del 18.7% en primaria (183,536 estudiantes), del 17.5% en secundaria (92,700 estudiantes) y del 11.5% en inicial (61,634 estudiantes). Según Cecilia Ramírez, directora de Educación Básica Regular del Minedu, en la amazonia el porcentaje de estudiantes que no llegan a ser contactos puede llegar hasta el 30%. Factores asociados a la deserción, Santiago Cueto “Hay que reforzar la idea de que cuando un joven abandona la escuela es una tragedia que va a tener impacto en sus habilidades para desenvolverse como adulto y en sus posibilidades de obtener ingresos”.
Según resultados de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), al segundo trimestre de 2020, los principales motivos de abandono que reportan los estudiantes son los problemas económicos (75.2%), los problemas familiares (12.3%) y la falta de interés (4%). Por su parte, en secundaria, el 76% de estudiantes reportan que no asisten a la escuela por problemas económicos, al 14% le falta interés o no le gusta el estudio, el 6% tiene problemas familiares y el 4% se encuentra trabajando.
Los problemas económicos tienen una vinculación con el nivel de pobreza de la familia. Si la pobreza se incrementó este año, la taza de pobreza del Perú subió de 20% A 27% este año, según el informe de Macroconsult. En las zonas urbanas de 15% a 22% y en el ámbito rural de 41% a 45%. Más jóvenes van a tener que trabajar y al tener que trabajar, van a tener que dejar la escuela. Incrementándose la desigualdad a un 6% y la extrema pobreza se duplicará de 3.7% a 7.6%, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Acentuándose la desigualdad entre la escuela rural y urbana.
Con certeza al incrementarse la pobreza extrema sustantivamente se incrementará el hambre y la miseria en el país. Debería ser una de las cosas a la que debemos prestar mucha atención para tomar medidas radicales, sobre todo pensando en los niños y niñas que entrarían en una situación de anemia y desnutrición crónica infantil van a sufrir los estragos de esta situación de crisis durante toda su vida.
A la luz de la evidencia, el desafío para muchos estudiantes no es solo contar con acceso a internet o tener una computadora, sino los problemas económicos y familiares que podrían incrementar el abandono escolar. En ese sentido, no serían suficientes los esfuerzos realizados desde el Minedu, como la compra de 840,000 tabletas a estudiantes y docentes de las zonas más remotas, o la campaña “Contigo, la educación no para”, que es un sistema de alerta temprana contra la deserción para atacar las altas tasas de deserción escolar.
El problema de la educación es ECONÓMICO y SOCIAL, debe haber una REFORMA EDUCATIVA engarzado a estos dos elementos para darle una educación transformadora al país. Una educación con espíritu nacional para construir un Estado-Nación que tome en cuenta las diversas clases sociales.