La crisis de poder
“Los imbéciles han renunciado al poder, yo me confieso imbécil”, escribió con desparpajo el poeta Rodolfo Hinostroza dando a entender que le llegaba a la corona esa ubre rebosante, esa mamadera sin desperdicio. No creemos que el besuqueador, parapentista y paseante burgomaestre de Maynas, don Charles Zevallos, se confiese como el poeta y entre al rubro de las imbecilidades mutuas y abandone su despacho, su buen sueldo, sus viáticos, sus festejos. Es decir, deje el poder edil. No creemos que en cada viaje se despida para siempre de su pequeño trono vecinal. Pero demasiadas voces dicen, en público y a los cuatros vientos, que otro ocupa su lugar. Se quede o se vaya, viaje o regrese. .
“Los imbéciles no han tomado el poder, yo me confieso listo”, sería una variación de la frase del poeta. Y se aplicaría a la medida, con puntos, comas y coimas, al que manda detrás del trono, entre las sombras, entre gallinas y medianoche. Al que impone sus reglas, al que ordena, al que hace y deshace en la casa consistorial de Maynas, si hemos de hacer caso a tantas declaraciones en estos tiempos. Un regidor, por ejemplo, llegó a decir que mejor el señor Charles Zevallos se vaya a su casa y deje su puesto a disposición del que verdaderamente manda en Maynas. Esas declaraciones deberían ser respondidas en el acto por el hombre del trono consistorial. Nada de ello ocurre. Como si no pasara nada. El que calla otorga, por supuesto.
En realidad, lo que si creemos, fuera de imbéciles o listos, es que cuando el río suena es porque troncos trae. Y esas referencias a la falta de poder del burgomaestre revela por lo menos una crisis en el mando. Una crisis que no se resuelve viajando ni perdiendo el tiempo en frivolidades.
Algo que no entiendo es que si todos comentaban antes de las elecciones sobre las frivolidades de Charles y se hablaba en voz alta sobre su caracter festivo, parrandero e irresponsable, pero aun sabiendo todo eso, la mayoria votó por él y casi todos querian estar en su entorno y ahora que ya ven copado su entorno y no hay mas posibilidades por ahora de gozar las prevendas del poder a su lado, le buscan defectos y critican su actitud. Yo estoy seguro que si esos criticones estubieran dentro del circulo de confianza del alcalde no le criticarian y es mas, hasta creo que le defenderian rastreramente y servilmente. Los iquitinos tienen la autoridad que merecen y seguirá siendo asi, y sinó miren quien critica lo que pasa en el gorel, nadie o casi nadie. Hay convivencia convenida con la corrupcion cuando nos conviene y cuando la corrupcion no nos beneficia recien saltamos o alzamos la voz. Reflexionemos.
Los comentarios están cerrados.