La comida japonesa cada día toma más relevancia por los beneficios que aporta a la salud en países de Latinoamérica.
Dentro de sus múltiples beneficios evita la obesidad, hipertensión y enfermedades cardiacas, además ayuda a la salud gastrointestinal por su alto contenido de nutrientes gracias a la cantidad de verduras y probióticos que la acompañan.
El voltear hacia la comida nipona no es solo por moda (bueno tal vez sí, un poquito) sino porque gracias a ella se pueden evitar enfermedades como obesidad, hipertensión y enfermedades cardíacas.
Lo más importante en la comida japonesa es que se empleen productos frescos, de temporada con una gran cantidad de vegetales, arroz y pescados azules; otra de las características es que los alimentos que van al vapor no se condimentan en exceso y por eso son más saludables.
El arroz blanco es indispensable en la gastronomía japonesa, se utiliza como acompañamiento de todas las comidas, (sí, de todas) un desayuno tradicional en Japón consiste en una sopa de miso, arroz y un vegetal.
Consumir comida japonesa ofrece grandes beneficios como el bajo contenido en grasas, la disminución del consumo en carnes rojas ya que la mayoría de los productos llevan pescado y aporta una gran cantidad de Omega 3, lo disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Las verduras proporcionan antioxidantes y fibras que son benéficas para la salud gastrointestinal; algunos platillos llevan insectos que proporcionan vitaminas del complejo B, calcio, magnesio, así como sales minerales que regulan la presión arterial.
En cualquier parte del mundo puedes encontrar un restaurante de comida japonesa, en donde la gran mayoría de los comensales orden sushi (lo que muy común) pero la próxima vez que visites un lugar donde vendan ese tipo de comida, deberías revisar toda la carta y probar algo nuevo, puedes quedar muy sorprendido.