En aras de mejorar la vida política del Perú y sereno, el Jurado Nacional de Elecciones separó de la campaña electoral a la candidata Patricia Donayre. Ella, después de que declaró que no sabía cuántos distritos tenía la región Loreto, fue citada por la entidad mencionada para ser sometida a las preguntas más elementales y sostenibles sobre su lugar de nacimiento. El resultado fue tan bochornoso que los miembros en pleno del jurado decidieron vetar la campaña de la aludida. Ella no podía representar a nadie, menos a toda una región que desconocía por completo.
La señora Patricia Donayre no aceptó la decisión del organismo electoral y presentó un recurso de amparo, mientras hacía cursos acelerados y adelantados sobre realidad amazónica para ponerse al día. Pero nada cambió su destino y ella simplemente dejó de participar en la campaña. Desde entonces ella no puede participar en ninguna contienda política. Porque cada vez que aparece en escena, con una casaquilla diferente a la vez anterior, no puede contestar la pregunta más elemental sobre la maraña. No sabe, por ejemplo, como se llamó el primer español que navegó por el río Amazonas. Tampoco sabe cuántos caseríos y cuántos tambos hay en la inmensa región Loreto. La desinformación en que se mueve es perniciosa a la postre, ya que los periodistas que la entrevistan le hacen todo tipo de preguntas como para provocarla.
De tal manera que el organismo electoral la retira de la contienda de las ánforas. Ella tiene que dejar de hacer su campaña y se pone a estudiar materias importantes que tratan sobre la maraña. Pero pese a todos sus desvelados esfuerzos no puede saber cuántas provincias tiene la región Loreto. Es recomendable que los tantos asesores de la señora Donayre le digan que deje de pensar en candidaturas y se dedique a cosas más productivas para ella.